La Nueva Trova cubana ya está vieja. Hoy en día, toda una generación de cantautores y músicos que crecieron escuchando las canciones de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés se agrupa en otro movimiento: la Novísima Trova.
En esta nueva faceta de la canción cubana, el rock, el pop y el heavy metal se fusionan con el estilo de la trova anterior y los aportes de cada intérprete. Esta tendencia, con gente que va desde los 16 hasta los 37 años, se acerca a la realidad cubana con desenfado y sin prejuicios.
Son la voz de una gran parte de la población que busca espacios para crecer y creer en lo que les rodea. Exponen con sinceridad los problemas que aquejan a su pueblo y compensan con grandes dosis de imaginación las limitaciones de un país que no les ofrece las posibilidades que sí tienen los artistas de otros lugares.
Los nombres de Santiago Feliú, Polito Ibáñez, X Alfonzo, Frank Delgado, Lyn Milanés (hija de Pablo), Gerardo Alfonzo y Carlos Varela son símbolo de esta vanguardia creativa que ya ha empezado a proyectarse fuera de la isla.
Carlos Varela podría considerarse como la punta de lanza en este movimiento y una de sus canciones más aplaudidas, Guillermo Tell, deja bien claro ese refrán popular según el cual "a buen entendedor, pocas palabras" (véase recuadro: Guillermo Tell)
La generacion de los topos
A finales de los años 80, en la ciudad de La Habana, se gestó un movimiento artístico underground. Bullían las ideas de jóvenes creadores de todos los campos del arte, en franca oposición a la cultura oficial. La canción tenía una buena cantidad de intérpretes que la radio no programaba y a los que los teatros no les abrían sus puertas. Se empezaron a conocer fuera de los circuitos de difusión habituales, por debajo, como los topos. Y así fueron llamados: la generación de los topos.
Musicalmente, este es uno de los resultados más complejos de la cultura cubana. Ellos heredaron todo: la música campesina, la música bailable, la clásica, el jazz, la canción política, el rock y toda la producción de sus ídolos, nacionales y extranjeros. Son las mentes más inquietas, en materia de composición musical, que podemos encontrar en la escena cubana.
Uno de ellos, Polito Ibáñez, estuvo en nuestro país realizando un par de conciertos y, a través de su cálida personalidad, pudimos acercarnos a este complejo e intenso movimiento de la Novísima Trova.
Voz de la nueva generación
Carlos Ibáñez, conocido como Polito, nació seis años después de la revolución cubana. Hijo de campesinos, decidió abandonar su hogar en Cienfuegos para estudiar en la ciudad de La Habana. Se incorpora al Instituto Superior de Drama y allí profundiza en el estudio del arte clásico: música, pintura, literatura. Sus palabras descubren a un hombre culto, amante de la belleza y con la sensibilidad de alguien que ama y respeta la vida.
A diferencia de los clásicos trovadores cubanos, que exaltaban la revolución, Polito aborda con ojo crítico los acontecimientos que vive su pueblo. Esto lo ha llevado a cuestionar al gobierno de la isla y, en un principio, sus presentaciones se veían rodeadas de polémica. Pero, asegura, la mejor manera de preservar el amor por algo es no ocultar la verdad.
Más allá de lo político, las composiciones de Ibáñez tienen un carácter universal; recogen los sentimientos en conflicto de los jóvenes urbanos de cualquier nacionalidad que, ubicados en todos los rincones del planeta, conviven con la soledad y la incertidumbre que marcan la pauta de este fin de milenio. Esta canción es una muestra:
Cada día
Cada día sé de alguna muerte por lo prohibido
las calles terminan en lo prohibido
se abre alguna puerta hacia lo prohibido
se aparece alguien con lo prohibido
siento mis temores hacia lo prohibido
montamos más al carro del olvido
Cada día a probar fortuna le llamamos vida
tienes un amigo según como vivas
si tienes un nombre tienes una vida
a los que no aplastan les niegas la vida
riñes por un precio, vienen las heridas
buscas las ventanas, la ciudad dormida
y siento que se nos va la vida.
Gracias al empeño quijotesco del empresario Manuel Ardón, pronto tendremos la posibilidad de escuchar a otras figuras de la Novísima Trova. él, como representante centroamericano de este movimiento, considera importante divulgar sus canciones y, a la vez, darnos a nosotros la oportunidad de conocerlos.
Cuba es algo más que juicios, disidentes y un lugar para descansar en Semana Santa. Cuba también son ellos, los que un día fueron topos.