Los ángeles visten gabardinas oscuras . Sin alas. Así los observamos en la película Un ángel enamorado, donde además exhiben rostros estólidos para ocultar sentimientos livianos, consecuencia extraña del temor a lo irremediablemente humano.
Sin embargo, Seth (Nicolas Cage), ángel guardián, decide romper el embrujo cuando conoce a una linda cardióloga. Ella es Maggie (Meg Ryan), quien presiente algo distinto, sin saber que un ángel camina al encuentro de sus amores y de sus ansiedades.
Con Un ángel enamorado estamos ante una historia de querubines de fin de siglo, dispuestos a "meterse" en reacciones terrenales y a asumir el valor humano de lo divino, manera de llegar al valor divino de lo humano. Con un tema así, no es extraño que el largometraje sea una especie de "tragifeliz" historia de amor.
Se trata de un refrito (remake) de un filme del alemán Wim Wenders, Cielo sobre Berlín (1987), drama ambientado en esa ciudad, cuando los ángeles se inmiscuyen en el suceder diario de sus habitantes y uno de ellos se enamora de una trapecista, sentimiento humanizado que lo obliga a renunciar a su estado angelical. Cielo sobre Berlín, tal su éxito, tuvo una secuela del propio Wenders: ¡Tan lejos, tan cerca! (1993), en la que un compañero del ángel también decide sumarse a los mortales, mientras su amigo vive con la trapecista en la Alemania reunificada.
Amor muy humano
La productora Dawn Steel, quien murió el año pasado, adquirió los derechos para hacer el refrito en Estados Unidos, porque le encantó la idea de un sujeto que renuncia a su inmortalidad por amor. Esto fue en 1988. Diez años después, su deseo es realidad gracias al empuje final del productor Charles Roven, esposo de Steel.
Sin embargo, el propio actor Nicolas Cage marca diferencias y afirma con tino: "La película de Wenders es una obra maestra, pero básicamente trata sobre qué rondaba por las mentes de los berlineses tras la guerra; en el filme de Wenders hay elementos de una gran historia romántica, y, en cambio, en Un ángel enamorado tenemos única y exclusivamente una historia de amor".
Tiene razón Cage, por lo que la diferencia temática queda así bien establecida. Por su parte, la crítica coincide en señalar a la película de Wenders como una obra superior y, además, le reprocha a Brad Silberling (director de Un ángel enamorado) el sabor dulcete que le ha metido a su puesta en escena, complaciente con el tono que asumen en Hollywood las historias de ángeles.
Tono melancólico
Algunos otros comentaristas -menos rigurosos- afirman que Un ángel enamorado describe el significado del amor y, por esto, defienden su tono melancólico. Así tratan de explicar por qué Un ángel enamorado enfatiza en el relato amoroso por encima del retrato social y del análisis psicológico.
Para lograr sus propósitos, el realizador Silberling se acompañó bien por dos expertos en sus correspondientes trabajos: el fotógrafo John Seale y la escenógrafa Lilly Kilvert. Ellos son los respon-sables de nada menos y nada más que de ende convertir la ciudad de Los Ángeles en una ciudad de ángeles.
Cuando Un ángel enamorado estuvo terminada, llevaron a Wim Wenders a ver la película, quien confesó su complacencia: "Era conmovedora, bellamente ejecutada, tenía imágenes extraordinarias"; o sea, salió totalmente satisfecho con un filme del que él viene a ser algo así como el abuelo. ¡Claro!, bien puede ser un guiño complaciente, sugerido tal vez por la presencia seductora de Meg Ryan o por la brillantez visual de algunas secuencias, tal vez reiterativas, pero eficaces.
Un ángel enamorado es un enfoque adulto de los sentimientos humanos, con algunos diálogos presuntuosos, pero su puesta en escena busca la atención de todo público. En todo caso, no está mal que las chicas tengan cuidado con sus ángeles guardianes, supuestamente asexuados, que el amor es tramposo.
Cómo, dónde, cuándo
Un ángel enamorado se exhibe en los cines Bellavista, Variedades, Colón, Cariari, Cinemark.
Valor de la entrada : Según la sala, oscila entre ¢600 y ¢900.
Horario : Funciones regulares.