"Quise que conocieran al Rulfo verdadero, al que yo conocí". La viuda del mítico escritor mexicano, Clara Aparicio, explicó con estas palabras porqué, catorce años después de su muerte, divulga las cartas de amor que le escribió el autor de Pedro Páramo .
La publicación de estas 81 cartas -que Clara ha guardado en una caja, sin que su marido lo supiera, durante casi cincuenta años- en un libro titulado Aire de las Colinas , fue todo un acontecimiento literario, sobre todo porque se trata de textos inéditos de un autor que, con dos obras breves, se convirtió en una clave fundamental de la literatura en español.
A sus 71 años y con los nervios ocultos tras la sencillez y espontaneidad de sus palabras, Clara Aparicio ofreció en la Casa de América de Madrid una rueda de prensa en la que, a través de una videoconferencia, habló con periodistas de España, Argentina y México, los países en los que el libro se edita simultáneamente.
Contó cómo comenzó a recibirlas de chiquilla, cuando aquel hombre diez años mayor que ella "se me hizo el hombre ideal, me transportaba a un mundo que yo no conocía" con su cultura, su dulzura y "unas historias que no se de dónde sacaba".
Cuando novios
La correspondencia recoge el periodo en el que Rulfo, después de los tres años de espera que le impuso Clara para que empezaran a considerarse novios, se marchó de Guadalajara a la capital mexicana para trabajar en una empresa de neumáticos, y llega hasta dos años después de que se casara con su destinataria.
Pero Clara Aparicio, como los expertos en la obra de Rulfo que la acompañaban, Alberto Vital y Víctor Jiménez, destacaron que Aire de las Colinas no solo es un compendio de cartas cariñosas, sino también un importante documento sobre la gestación y evolución de un escritor que, después de escribir Pedro Páramo , editado en 1955, no quiso publicar nada más.
Son también, insiste Clara, la prueba con la que quiere echar por tierra las críticas que los círculos literarios mexicanos, sobre todo autores que le tuvieron alguna envidia, hicieron circular, como que Rulfo escribió Pedro Páramo en dos años.
"Estas cartas describen cómo fue haciéndola poco a poco, él quería hacer una obra como nunca nadie había hecho", expresó Clara Aparicio, quien recordó cómo ella lo animaba.
"El amor y la lucha por escribir lo que él quería" fueron dos fuerzas que lo ayudaron a escribir esta obra que ha sido traducida a más de treinta idiomas. "Fue tan feliz al lograrlo, se sintió tan contento, que yo quisiera verlo ahorita, se sentiría muy realizado".
La viuda de Juan Rulfo explicó que aún quedan unos pocos documentos inéditos del escritor.