Loïc Leferme sufrió un accidente durante un entrenamiento en Villefranche-sur-Mer (Alpes Marítimos). Fue transportado al puerto de Niza, donde los bomberos intentaron, en vano, reanimarle, precisó a la AFP Pierre Tramoni, director del gabinete del alcalde de Niza.
Además de los bomberos, la Policía y un médico legista se encontraban presentes durante la jornada de entrenamientos en el puerto de Niza.
“Se quedó en el fondo. Su cuerpo fue sacado por un buzo de los servicios de emergencia pero fue imposible resucitarlo”, dijo un responsable del club náutico de Niza.
El 30 de octubre de 2004, Loïc Leferme había batido el récord del mundo de apnea sin límites al alcanzar 171 metros de profundidad, en la ensenada de Villefranche-sur-Mer.
Loïc Leferme compartía con el cubano Francisco Rodríguez Ferreras el anterior récord del mundo, que había establecido con 162 metros de profundidad, el 20 de octubre de 2002, también en la ensenada de Villefranche-sur-Mer.
La apnea sin límites, considerada la disciplina reina, es una inmersión donde el buceador desciende lo más profundo posible con ayuda de un peso de metal y remonta a la superficie gracias a un balón inflable. La dificultad principal radica en afrontar la presión extrema de las profundidades.