Pruebas genéticas corroboraron las afirmaciones de tres alemanes de que el aviador estadounidense Charles Lindbergh era su padre y que mantuvo una doble vida secreta durante casi dos décadas.
Anton Schwenk, asesor de prensa de los alemanes, dijo que los exámenes de ADN realizados por la universidad de Munich, en octubre, demostraron con un 99,9 por ciento de certeza que Dyrk y David Hesshaimer, y su hermana Astrid Bouteuil, eran hijos del famoso aviador.
"Es un momento muy agradable para ellos porque ahora tienen un sentido de pertenencia", dijo Schwenk. "Ellos supieron todo el tiempo que él era su padre porque pasaron tiempo con él mientras crecían. Pero es bueno tener una rigurosa confirmación", agregó.
Lindbergh, quien tenía seis hijos con su esposa, la estadounidense Anne Morrow Lindbergh, se hizo famoso por su atrevido vuelo pionero, en solitario, a través del Atlántico, en 1927.
El piloto comenzó un romance con la fabricante de sombreros Brigitte Hesshaimer en 1957, cuando él tenía 55 años y ella 32. De la unión nacieron tres hijos: Dyrk, ahora con 45, Astrid, de 43, y David, de 36.
Un viajero incansable, Lindbergh pasaba entre cinco y catorce días con su familia, en Munich, hasta tres veces al año, hasta su muerte en 1974.
La pareja mantuvo una relación en secreto y los niños conocían al alto visitante sólo como "señor Careu Kent".
Los alemanes dijeron que no descubrieron hasta mucho después la verdadera identidad del misterioso visitante. Lo describieron como un hombre cariñoso que les dedicó mucho tiempo y energías, estableciendo un fondo fiduciario y ayudándoles a comprar una casa para la familia.
Los supuestos hijos del aviador revelaron el secreto por primera vez en agosto. Dos años después de la muerte de su madre, a quien le prometieron no decir nada.
En esa ocasión aseguraron que solo querían aclarar las cosas y que no tenían interés en los bienes de Lindbergh o en manchar su valioso legado.
La revelación fue recibida primero con frío silencio por parte de la familia Lindbergh. Pero Morgan Lindbergh, nieto del aviador, declaró que creía que los alemanes podrían ser sus parientes porque lucían "inquietantemente familiares" en las fotos.
De acuerdo con su biógrafo, A. Scott Berg, el matrimonio de Lindbergh tenía problemas a fines de los 50, cuando comenzó la relación extramatrimonial.