San José. Jóvenes filipinas, rusas, búlgaras, panameñas, dominicanas y nicaragüenses son explotadas sexualmente en clubes en Costa Rica, manejados por extranjeros, según la organización internacional no gubernamental Casa Alianza, que trabaja con menores víctimas de abusos sexuales.
Bruce Harris, director de esta organización, dijo a ACAN-EFE que al menos 20 filipinas han ingresado a Costa Rica en condición de turistas, algunas de las cuales trabajan como prostitutas en un club cercano al aeropuerto Juan Santamaría, a unos 18 kilómetros de la capital.
Harris aceptó que esas filipinas, algunas de catorce años, han contraído matrimonio con costarricenses, con lo que adquieren la mayoría de edad y hace imposible que puedan ser expulsadas del país, como argumentan las autoridades.
Pero consideró "muy grave" que la ley permita que menores sean explotadas sexualmente mediante un artificio legal y pidió a las autoridades investigar con quienes se casaron y quienes fueron los abogados.
El ministro costarricense de Seguridad, Rogelio Ramos, aceptó la presencia de las filipinas, pero alegó que desconoce la de las rusas y las búlgaras quienes, según Harris, trabajan en clubes para turistas en la provincia de Guanacaste, noroeste del país, uno de los sitios de mayor atracción de turistas.
Ramos incluso indicó a la prensa que "pongo en tela de duda" las versiones de que exista una creciente red de prostitución de extranjeras.
Harris señaló que las filipinas fueron traídas a Costa Rica por un empresario canadiense, y aseguró que en ese país "hay un cruce internacional de tráfico de personas de diferentes nacionalidades".
Ramos y Harris coincidieron, por separado, en que algunas de esas filipinas fueron descubiertas en una operación policial, en mayo pasado, para investigar si había alguna irregularidad en el club nocturno y tropezaron con las asiáticas.
El director de Casa Alianza indicó que carece de información si las otras extranjeras que ejercen la prostitución son menores de edad como es el caso de las filipinas.
"Cobran cientos de dólares por dos horas de sexo, pero gran parte de ese dinero queda en manos de los proxenetas", apuntó.
Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, del pasado 12 de julio, ratificó también que jóvenes filipinas sufren explotación sexual en Costa Rica, según informa hoy el diario "Al Día".
Costa Rica es un "país de tránsito" y destino de mujeres "sometidas al tráfico de personas" de Asia hacia Estados Unidos, precisa el informe.
"Ha habido también denuncias de niñas procedentes de las Filipinas que son víctimas del tráfico a ese país con el propósito de explotación sexual", subraya.
Ramos puso en duda el informe del Departamento de Estado al señalar que pese a que mantienen una colaboración "muy estrecha" no se los han comunicado.
"Vamos a comunicarnos con ellos para ver que informes tienen", declaró el ministro a la emisora local "Radio Monumental".
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Nacion.com Fuente: agencias.