Una nueva película de Hollywood, Rules of Engagement ( Las reglas del noviazgo ), causó malestar en Yemen y entre los islámicos residentes en Estados Unidos, porque, aseguran, los presenta como "sedientos de sangre" y "despiadados terroristas".
En el filme, el actor Samuel L. Jackson como el coronel Terry Childers comanda un pelotón de infantes de marina estadounidenses en una operación para evacuar la embajada de su país sitiada en Yemen.
Algunos de sus hombres son muertos por manifestantes ante la sede diplomática y el coronel Childers ordena abrir fuego contra la muchedumbre, lo cual provoca la muerte de 83 hombres, mujeres y niños. Entonces es acusado de haber violado las reglas militares al ultimar civiles.
Muchas escenas muestran a la multitud, incluso a mujeres, niños y niñas yemenitas, disparando sus armas contra los soldados estadounidenses. Las imágenes dejaron a yemenitas y árabes, tanto en Estados Unidos como en Oriente Medio, estupefactos e indignados.
"¿Una niña pequeña disparando contra infantes de marina? ¿Lo puede creer? Esa película llega a millones de personas y distorsiona nuestra imagen", sostuvo el embajador de Yemen en Washington, Abdulwahhab Alhajri.
Lo que más irrita al representante de Yemen es que la primera realización de Hollywood que usa como escenario a su país retrate a sus compatriotas y a los niños árabes como terroristas y asesinos antiestadounidenses. La obra también pretende justificar la matanza de yemenitas, aseguró.
El gobierno de Yemen quiso tomar medidas, pero el embajador Alhajri dijo que es muy poco lo que se puede hacer en un caso así en un país como Estados Unidos, donde la libertad de expresión es muy respetada.
Sin embargo, la semana pasada, el gobierno yemenita convocó a los estados miembros de la Liga Arabe para que boicoteen el filme.
Colonia estadounidense
La película generó la condena de grupos árabes y musulmanes en Estados Unidos. Los primeros dijeron que se trata de la obra más antiárabe de la historia y la compararon con el Nacimiento de una nación , de 1915, en la cual se pintaba a los negros como una amenaza contra la civilización estadounidense.
En una carta el secretario de Defensa, William Cohen, el Consejo de Relaciones Estadounidense-Islámicas (CAIR) instó al funcionario a modificar la política de ese organismo con respecto a su cooperación con productores que hacen filmes antimusulmanes.
Un comunicado de Paramount Pictures, el estudio que realizó la película, defendió la obra diciendo que es una dramatización, un relato de ficción sobre las consecuencias del extremismo en todas sus formas. La película no acusa a ningún gobierno, pueblo o cultura, sostuvo.