Si los tamales y el arbolito anuncian la llegada de la Navidad, los distintos tonos de las pastoras también son un clásico del mes de diciembre.
Estas coloridas plantas ornamentales pueden lucir hermosas todo el mes y acompañar a sus “dueños” todo el año si reciben los cuidados necesarios.
Jaime Muñoz, ingeniero forestal de la Asociación de Embellecimiento de las Carreteras Nacionales (Asecan), explica que al comprar la pastora hay que ver que la hoja sea fuerte y sin manchas, que no le falte agua y que no esté mal sembrada.
Este último punto se nota si el tallo se mueve, lo que causaría que las raíces no absorban bien el agua ni los nutrientes.
En casa. Fuera del vivero, se debe poner lejos del sol directo, donde no le caiga agua a la hoja, porque se mancha. Muñoz explica que sus hojas no deben pegar con otras ni estar muy cerca de otras plantas, ya que se puede quebrar.
“Si se le corta alguna hoja, hay que tener especial cuidado. Su savia blanca no solo mancha la ropa, sino las otras hojas”, dice Muñoz.
Como para cualquier planta, el agua es indispensable. El ingeniero explica que no existe una fórmula exacta para regar las pastoras. “Lo importante es revisar que la tierra se mantenga húmeda”, dice.
Después de Navidad. Después de Navidad, usted puede seguir con los cuidados. Según explica Lorena Jiménez, del Centro Nacional de Jardinería El Corazón Verde, la planta perdura hasta inicios de marzo, cuando comienzan a caerse las hojas.
Ese es el momento en que los especialistas recomiendan realizar la primera poda. Para hacerlo, Muñoz señala que se cortan las ramas y el tallo a unos 10 ó 20 centímetros del suelo, si es una pastora grande, o cinco o seis centímetros si se trata de una pequeña.
“Puede ocurrir que se adelante la maduración de las hojas para mayo o setiembre”, advierte el ingeniero Muñoz.
Sin embargo, para que la maduración se acerque más a la siguiente Navidad, Jiménez sugiere realizar podas en julio y luego una última en setiembre. Después de esto, es posible que florezca en diciembre. Además, abónelas una vez al mes, para activar el crecimiento de raíces secundarias.
Muñoz aconseja humedecer la tierra, colocar el abono alrededor y nunca a la par del tallo.