EL PRóLOGO DEFINE el estilo porque rápidamente comprendemos que la película La momia es una agitada aventura, donde el terror es tan solo el pretexto.
Eso lo sabemos desde las primeras imágenes, cuando conocemos la historia de un amor prohibido: el del gran sacerdote Imhotep con Anck-Su-Namun, la amante del faraón. En tanto, el diseño artístico de la película se muestra ostentoso con un buen trabajo escénico logrado por computación, y vemos el Egipto de pirámides magníficas, refugio de tesoros. Intuimos que La momia no va a defraudar en efectos visuales y lo confirmaremos a lo largo del metraje.
Pronto vemos el asesinato del faraón, el suicidio de Anck-Su-Namun y el angustiado desafío a los dioses de Imhotep en Hamunaptra, la Ciudad de los Muertos. Por sus actos profanos, el gran sacerdote recibe el castigo de vivir momificado eternamente en una existencia atormentada: solo si su cuerpo podrido es liberado cesará el castigo.
Ya está: ha sido un preámbulo de poco más de cinco minutos, en narración impetuosa, y nos informamos de que quien despierte a esa momia provocará su resurrección y la aparición de plagas castigadoras. Lo demás viene por añadidura, precisamente en 1923, cuando conocemos quién será el héroe fogoso de la aventura que Ðsin dudaÐ tendrá que ver con la momia. En este caso se trata del legionario Rick OÕConnell y todo sucederá tres mil años después de lo que vimos en el prólogo.
Saga de momias
Por supuesto que no hay aventura si no hay romanticismo, no solo el que ya describimos entre Anck-Su-Namun e Imhotep, sino otro más contemporáneo y que involucre al legionario Rick. Para esto conocemos a una especialista en historia egipcia, la bella y pizpireta Evelyn, quien tiene un hermano más bien cómico, Jonathan.
La historia queda así conformada en sus personajes. Los actores asumen sus responsabilidades, ellos son: Arnold Vosloo (como Imhotep, la momia), Patricia Velásquez (Anck-Su-Namun), Brendan Fraser (Rick), Rachel Weisz (Evelyn) y John Hannah (Jonathan). Sus actuaciones aportan poco al simplismo del guión, que nada añade a la sugerente tradición del género fantástico con momias protagónicas (se dice que la película es un refrito de La momia de Karl Freund, de 1932, con la actuación emblemática de Boris Karloff como Imhotep, filme que generó secuelas en saga de momias).
La momia que ahora nos llega viene firmada por un realizador que prefiere desplomarse ante los efectos especiales y convertirlos en el eje de la aventura; así, el director Stephen Sommers prefiere distraer al espectador con logros en los efectos visuales y se despreocupa por la calidad narrativa de la película, sumida en un juego de aventura y comedia bastante ingenuo, sin intensidad en el suspenso.
El crítico Mark Robbins (en la revista española Dirigido) afirma: "Si nos olvidamos de prejuicios cinéfilos, La momia es un entretenimiento tan sano como olvidable". ¡Exacto!
Cómo, dónde, cuándo
La momia se exhibe en lo cines Magaly, Plaza Mayor, San Pedro, Capri, Cinemark, Colonial, Colón, Cariari, Internacional, Omni.
Valor de la entrada : De ¢700 a ¢1.200, según la sala (los pensionados pagan la mitad).
Horario: Funciones regulares.