En Bread and roses (Pan y rosas), filme presentado este jueves en concurso en el Festival de Cannes, el cineasta británico Ken Loach describe las esperanzas, los sufrimientos y las luchas de los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, y da a Pilar Padilla y a Elpidia Carrillo dos personajes dignos de heroínas de una tragedia griega.
Después de España en Tierra y libertad y Nicaragua en La canción de Carla, Loach vuelve a interesarse por las luchas sociales del mundo hispano. Pero esta vez la acción transcurre en Estados Unidos.
Cineasta militante, Loach no desmiente su reputación. Su película es una denuncia de las condiciones de explotación en que trabajan los inmigrantes en Estados Unidos, de la hipocresía de los locales hacia esos asalariados a los que por un lado utilizan para realizar los trabajos más duros y por otro lado tratan como si ensuciaran la sociedad.
Ese mundo paralelo, en palabras del propio Loach, es "un aspecto de Los Ángeles del que no se habla en el cine" y "revela muchas cosas del Estados Unidos blanco".
Pero el filme es también un alegato de esperanza, de que se puede luchar y mejorar la situación y, contrariamente a otras obras del director británico, tiene toques de humor que por momentos rozan el tono de comedia.
Como es tradicional en él, Loach mezcló en el reparto actores profesionales, principiantes y verdaderos trabajadores inmigrantes que desempeñan sus propios roles.
Incursión en el norte
La historia empieza cuando un grupo de mexicanos pasa la frontera clandestinamente guiados por dos pasadores, los llamados coyotes. En el grupo se encuentra Maya (Pilar Padilla), cuya hermana, Rosa (Elpidia Carrillo), vive ya en Los Ángeles y trabaja en una empresa de limpieza de oficinas.
Junto con la muchacha mexicana recién llegada, el espectador va descubriendo la otra cara de El Dorado estadounidense para esos inmigrantes que arriesgaron todo para alcanzarlo.
Rosa consigue que Maya obtenga un empleo en la misma compañía en la que ella trabaja, que emplea en situación de sobreexplotación trabajadores inmigrantes, a menudo clandestinos, que en cualquier momento corren el riesgo de quedarse sin trabajo o, incluso, de ser expulsados.
Las dos hermanas son personajes de caracteres opuestos, pero ambos complejos y profundos, y hay que destacar la actuación de Elpidia Carrillo, actriz presente en Cannes también en la película de Rodrigo García Lo que puedes saber solo con mirarla, quien da a su personaje la grandeza de una heroína trágica.
En conferencia de prensa, la actriz confesó que interpretar ese papel le resultó muy difícil.
"Primero porque acaba tener un bebé y me sentía vulnerable. Pero, además, porque yo soy de una familia de once hermanos, y mi padre murió cuando yo tenía dos, y a los diez años tuve que trabajar, y esa es la misma situación de Rosa", dijo, pasando a evocar, reteniendo las lágrimas, la represión política de que fue víctima su familia en México.
Carrillo, Pilar Padilla y George López hablaron de cómo descubrieron el mundo de los trabajadores de la limpieza, pero hablaron también de las limitaciones de los actores latinos en Estados Unidos, donde, pese a una moda hispanoamericana que se registra ahora, son "relegados siempre a personajes esterotipados de hispanos, se les dan siempre papeles de sirvientas, traficantes de drogas o prostitutas".