Washington. La elección presidencial de la Florida se dirigía hoy a una confrontación histórica en la Corte Suprema de Estados Unidos, donde George W. Bush ha pedido que se desestime el recuento manual que redujo su ventaja sobre Al Gore.
Según los abogados del republicano Bush, la Corte Suprema de Florida ``evidentemente reescribió las leyes''.
Los abogados de Bush esperaban convencer al tribunal supremo de la nación que los votos contados de manera extemporánea fueron agregados ilegalmente a los totales de Florida, los que decidirán el resultado de la elección presidencial.
Los abogados del demócrata Gore han exhortado a los nueve jueces que admitan esos votos.
La corte convocó a las partes para que presenten sus alegatos esta mañana durante 90 minutos a partir de las 10 (1500 GMT).
Mientras la batalla legal se desarrollaba en la Corte Suprema, Bush y Gore se concentraban en sus estrategias para la transición y se enfrentaban en las cortes de Florida. Unas 600.000 boletas del condado de Miami-Dade eran transportadas a un tribunal en Tallahasse, la capital del estado _ante la posibilidad de que el juez decida ordenar un nuevo recuento_ después de que medio millón de boletas llegaron ayer desde el condado de Palm Beach en un camión color amarillo banano.
Y tal vez lleguen más boletas. Anoche los abogados de Bush pidieron al juez N. Sanders Sauls que mande traer 1,2 millones de sufragios de los condados de Volusia, Broward y Pinellas. El juez aún no ha estudiado la petición.
``Creemos que hubo votos ilegales para Gore en esos condados'', dijo Scott McClellan, un vocero de Bush.
La elección en Florida dio a Bush una ventaja de 537 votos, con lo cual el gobernador de Texas obtendría los 25 electores que le darían la victoria en el Colegio Electoral.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.