La famosa pieza teatral de Sófocles, Edipo rey, ha tenido diversas puestas en el cine. Sobresalen las de Pier Paolo Passolini (1967) y una versión inglesa de 1968 que contó con la participación de Christopher Plummer, Donald Sutherland y Orson Welles. Todas se apegaron al inmortal texto del dramaturgo griego (496-406 a. C.).
Ahora, la película Edipo alcalde nos traslada la famosa historia en tiempo y espacio. La antigua ciudad de Tebas, escenario de la acción, se transforma en un pueblo de la cordillera andina colombiana, al igual que en la obra original, infestado por una peste, que, para nuestro caso, es una violencia generalizada y desatada por diferentes grupos de todos los estratos sociales.
Edipo llega como alcalde para librar batalla y buscar una solución para un mal que no parece tenerla. De igual forma, y extraído de la esencia del drama griego, el protagonista se comienza a enredar con la telaraña de su destino para dar con un final muy propio de los clásicos griegos.
Tragedia mágica
Producción de grandes quilates, que fusiona la cinematografía de Colombia, México y España, Edipo alcalde lleva además, en sus textos, el talento del afamado escritor Gabriel García Márquez y, con él, los inherentes pincelazos del realismo mágico en la narrativa del filme.
La dirección está a cargo del colombiano Jorge Alí Triana, quien ya había llevado al cine otro guión de García Márquez en su debut cinematográfico: Tiempo de morir. Alí Triana maneja de gran forma los factores técnicos que implica una producción de esta envergadura.
El talento y la experiencia se mezclan en el reparto. El cubano Jorge Perugorría (recordado por su extraordinaria labor en Fresa y chocolate) encarna al trágico alcalde destinado a erradicar la violencia del pueblo.
La conocida actriz española Angela Molina interpreta a Yocasta, esposa de Layo, un poderoso terrateniente cuya muerte es el detonante de esta guerra sin cuartel. El brillante actor español Francisco Rabal, memorable por su trabajo en Los santos inocentes, da vida al ciego Tiresias, encargado de ver el futuro y, con él, el desenlace de la historia.
La violencia y la corrupción se reúnen en Creonte, hermano de Yocasta, personalizado excelentemente por el mexicano Jairo Camargo.
Simbiosis temática
Temas tan actuales como los conflictos entre la guerrilla colombiana, los grupos paramilitares a servicio de los terratenientes, los de autodefensa campesina, las bandas armadas por los narcotraficantes, las fuerzas represivas del Estado y la población civil, se dan cita en la película y se conjugan sutilmente con la raigambre e ideas dramáticas propias del texto original de Sófocles, transformándose a la vez en una trama policiaca condimentada con el misticismo y esoterismo propios de su guionista, García Márquez, y de la región en sí.
De gran depuración formal y fuerte contenido ideológico, Edipo alcalde nos da cita con el buen cine latinoamericano y se nos presenta como una buena alternativa en la Sala Garbo, donde se estrena con rigor de exclusiva.