La nueva edición de la Ortografía de la Real Academia Española, que se publicará antes de la próxima Navidad, trata de ser, como dice su coordinador, Salvador Gutiérrez Ordóñez, “razonada y exhaustiva pero simple y legible”. Y, sobre todo, “coherente” con los usos de los hablantes y las reglas gramaticales.
Por eso, precisamente, el académico Gutiérrez insiste en que plantea innovaciones y actualizaciones respecto a la anterior edición, de 1999 (hace poco más de una década), pero no es, “en absoluto” revolucionaria. Gutiérrez Ordóñez se resiste incluso a hacer uso de la palabra “reforma”.
Con todo, al director del Departamento de Español al Día de la Real Academia Española no se le escapa que los cambios ortográficos provocan siempre resistencias entre algunos hablantes. De ahí la pertinencia, dice, del consenso panhispánico que ha buscado la Comisión Interacadémica de la asociación, que reúne a las Academias de la Lengua Española de todo el mundo.
Hace algunas semanas, esa comisión, reunida en San Millán de la Cogolla (la Rioja, España), aprobó el texto básico de la nueva Ortografía de la lengua española . Falta su ratificación definitiva el 28 de este mes de noviembre en la Feria del Libro de Guadalajara (México). Durante el pleno de las 22 academias, se aprobaron algunas de las “innovaciones puntuales”, destacadas por el propio Gutiérrez Ordóñez y que muchos medios de difusión se están encargando de llevar a los hispanohablantes.
Seguiremos nuestro comentario la próxima semana.