Cuando la artista española La Mala Rodríguez se suba mañana por primera vez a un escenario tico será el momento de las verdades.
Esta es la única forma en la que la cantautora, nacida hace 31 años con el nombre de María Rodríguez, sabe hablar: no tiene pelos en la lengua y mucho menos miedo para llamar a las cosas por su nombre.
Su propuesta de música urbana incluye desde hip hop hasta rap , esto sin dejar de lado esa esencia flamenca que no se le despega.
Ella, ganadora de un MTV Latino e intérprete de Lo fácil cae ligero , se presentará mañana en el Club Vértigo como parte de su gira Ojo con La Mala , con que promociona su álbum Malamarismo .
La sevillana habló ayer con Viva sobre su visita al país, el contenido de su música y lo que tiene preparado.
Nos contaron que llegó unos días antes a nuestro país para descansar, ¿qué ha podido hacer en estos días en Costa Rica?
Descansar, comer, dormir y disfrutar del paisaje.
¿A qué lugares ha ido?
Lo que quería era estar aquí disfrutando. Estoy en un sitio que es lo alto de una loma (Hotel La Condesa). Con el sol que hay y las nubes, empieza a caer llovizna, así que está superbonito con ese calor y que caiga esa agüita. Hay vacas, todo está tan verde y la gente es tan amable y la comida es tan rica; donde quiera que vaya está estupendo.
¿Era lo que esperaba?
Yo me imaginaba mucho más selvático pero está precioso y, en cuanto pueda, quiero visitar la costa. Una amiga mía ya estuvo aquí y contó que era un sitio bello y tranquilo y que había que ir a la costa. Que hay muchos animales y libertad y que la playa es sublime.
Hablemos de su música, a usted le ha tocado abrir brecha en un género dominado por los hombres, ¿qué fue lo que la animó a meterse en esa lucha?
Considero que en el hip hop , la guerra es de estilos, no de hombres y mujeres. Es de quién tiene el mejor estilo, el más fresco, lo que más puede sorprender. Me parecía atractivo porque, antes de dar un mensaje, es con qué estilo se hace. Es como un pintor, creo que cualquier artista está buscando generar un estilo que lo diferencie del resto y luego aportas tu obra y el mensaje que quieras dar.
Comencé fijándome en quien me gustaba, como lo hace todo el mundo, y luego ya vas descubriéndote a ti mismo y empiezas a sacar tu verdadera cosa.
En esta guerra de los estilos, usted optó por uno rudo. ¿Fue por eso que escogió hacer de la palabra “mala” su nombre de batalla?
A mí me llaman Mala por mi tía. Mi tía Rosario que me decía “que mala eres o no seas mala” y yo le decía “que yo no soy mala, solo digo las cosas que se me pasan por la cabeza”. Siempre me ha parecido que tengo ese rollo: lo que me parece injusto, yo lo tengo que decir, nunca me lo callo, ni para bien ni para mal. Pero lo de mala me lo ponía mi tía y un día decidí que esa sería mi nombre de guerra.
¿Qué significa ser mala?
Cuando yo me doy a conocer como La Mala es que porque me gusta decir las cosas que creo que hay que decir. La Mala no se calla nunca y es como esa forma de decir “no seas malita”. A mí me gusta jugar, esa clase de maldad es la que yo estoy poniendo. Se entiende desde el primer momento que si no tienes sentido del humor no vas a llegar a mi música; no es para la gente que es un solo plano. Siempre estoy jugando y me gusta darle vuelta a las cosas y me gusta que la gente me guiña el ojo como diciendo que me captan y que saben por dónde voy.
Dicen que las chicas buenas van al cielo y que las malas van donde quieren. En su caso, ¿eso cierto?
Sí, adonde quiera. Al cielo también, si quieren.
Muchas de sus canciones contienen vocabulario que es considerado vulgar. ¿Piensa modificar ese tono ahora que es madre?
No, cuando no hay otra manera de decir las cosas, yo utilizo la palabra que creo que es conveniente. No me considero una malhablada ni que siempre estoy con malas palabras en la boca; yo no me expreso siempre así. Sin embargo, cuando es eso lo que quiero expresar, lo hago utilizando esas palabras, yo utilizo todo lo que está a mi alcance.
¿Qué le diría a su hija si en el futuro le dice que quiere seguir sus pasos y hacer música?
Que sea la mejor... que sea feliz. Los hijos no son nuestros, son del mundo y tienen más que enseñarnos a nosotros que nosotros a ellos. Veo a los niños como fuente de pureza, conforme vamos creciendo parece que nos vamos apagando.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos que ha tenido que enfrentar en su carrera musical?
El principal obstáculo creo que he sido yo misma. En un principio, cuando despunté y cuando se hizo famosa mi música en España y empecé a viajar y formar parte de la industria, yo estaba enfadada con todo eso. De alguna manera, lo que decía era “ay no, lo que yo hago es para la calle”. No entendía muy bien todo lo que me estaba pasando y cuando me he dado cuenta de que lo que tengo es un regalo, entonces, he empezado a cuidarlo. De alguna manera, lo que más me ha entorpecido soy yo por no darme cuenta de lo lindo y bueno que tenía entre mis manos; eso es algo que tengo que valorar y que, de hecho, es así como lo vengo haciendo desde hace un tiempo. Esto es un regalo que me ha dado mi Dios y tengo la responsabilidad de que hablo y me escuchan.
Evolución. Usted ha colaborado con artistas como Bajofondo, Calle 13 y Julieta Venegas, entre otros. ¿Quién ha buscado a quien?
A Julieta la busqué yo y, en muchas ocasiones, la gente acude a mí y eso me inspira porque es bueno que la gente me quiera contactar para hacer algo y es bueno que podamos aprovechar para aportar el uno al otro y para crecer.
¿Hay alguien más con quien le gustaría trabajar?
Estoy en proceso creativo, estoy escribiendo y componiendo lo que va a ser en los próximos meses la grabación y preparación de un nuevo LP. Ahora mismo las colaboraciones con las que pienso son hacia mi trabajo. Así que de alguna manera ahora mismo no quiero hablar de eso porque quiero sorprender.
¿Para cuándo cree que pueda estar listo el nuevo disco?
No se cuándo va a estar listo pero sé que voy a grabar este año.
Malamarismo ya cumple dos años de haber salido. ¿Cómo evolucionó La Mala Rodríguez desde Alevosía a Malamarismo ?
Mucho. Lujo ibérico (2000) fue una catarsis para mí; Alevosía (2003) era como que estaba con un montón de preguntas y tenía ese ambiente oscuro y se sentía toda esa duda que había en mi interior y en Malamarismo (2007) todo fue diferente: me encontraba llena de felicidad y alegría, se nota que hay alegría. Para mí, esa ha sido una evolución: ver de lo que soy capaz de hacer con la alegría.
El abordaje de los temas también es más sutil en Malamarismo , ¿está de acuerdo?
Mmmm... Hay mucho más humor en mí, en mi música, le quita uno hierro, no es tan dramática. Sí es cierto que he madurado mucho, en las letras se nota que hay mucha más madurez.
Usted fue víctima de la censura con el video de La niña , en el cual se mostraba a una menor vendiendo drogas. ¿Qué opina de la censura?
Solo me interesa la mía propia hacia mí misma. El no autocensurarme es lo que a mí me importa. Que me censure una cadena de televisión o de radio me parece que da lo mismo; a fin de cuentas todo es política y yo no quiero entrar en el mundo de la política. Si alguien no me quiere poner, que no me ponga, da lo mismo. No pasa nada.
¿Usted cree que las mujeres se identifican más con su discurso?
Por supuesto, para la mujer de alguna manera yo he sido un rol. Están viendo una mujer que es independiente y que está diciendo lo que le da la gana y no tiene miedo. Eso es una referencia, porque hasta hace poco tiempo las mujeres que veían ahí eran puros objetos. A mí no me han representado ni una m..., todas esas mujeres que han cantado. Las respeto porque han hecho su cosa, pero detrás de ellas siempre había alguien que les decía “tú por aquí o por allá” y a mí me inspira más una mujer tipo Tina Turner o Luz Casal, mujeres fuertes, sin miedo y eso ayuda porque, desgraciadamente, este es un mundo de hombres y ya está bien. ¡Déjennos un huequito!
La presentación de mañana jueves marcará su debut en un escenario costarricense. ¿Qué puede esperar la gente de su espectáculo ?
Tengo un show preparado para todos los ticos, quiero que la gente venga con los brazos abiertos para sentir la experiencia. Quiero ofrecerles algo único de corazón, quiero darles un gran show . Para mí es un honor venir aquí y que haya gente esperando para ver lo que traigo, no quiero defraudar a nadie, vengo con buena energía y ganas de compartir con ellos.