San Sebastián. La película chilena Taxi para tres , del director Orlando Lübbert, se alzó el sábado con la Concha de Oro al mejor filme en el 49 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, demostrando por segundo año consecutivo la fuerza del cine latinoamericano en este certamen.
Taxi para tres , que llegó al festival avalada por su gran éxito de público y crítica en su país, se impuso en las preferencias del jurado, presidido por el cineasta francés Claude Chabrol, a otras 16 películas de once países, entre las que se encontraba la argentina La fuga .
El filme cuenta la historia de un taxista chileno, agobiado por las deudas e interpretado por el actor Alejandro Trejo, que un buen día es asaltado por dos delincuentes, encarnados por los actores Daniel Muñoz y Fernando Gómez-Rovira.
Conminado a elegir entre "volante o maleta", conducir para ellos o viajar en el maletero tras ser agredido, Ulises (Trejo) opta por servir como conductor de los dos "cogoteros", a los que finalmente se unirá, aunque lo que empezó como una situación pasajera se irá complicando hasta llegar a un desenlace trágico.
La película es "una mirada normal hacia nosotros mismos (los chilenos), cómo funcionamos, cómo nos relacionamos...", había asegurado Lübbert el pasado día 21, cuando se presentó su película dentro de la Sección Oficial a concurso del Festival, que también vivió otro éxito latinoamericano gracias al realizador mexicano Gerardo Tort.
Tort se alzó con el Premio Nuevos Directores por su película De la calle , sobre la dura vida cotidiana de personajes marginados en Ciudad de México.
La pujanza del cine hecho en Latinoamérica incluso llevó al Festival a instituir por primera vez este año el premio "Made in Spanish" (Hecho en español), destinado a promocionar esa filmografía, y que recayó en la película argentina Bolivia , de Israel Adrián Caetano.
"Los filmes en lengua española me parecieron especialmente interesantes", afirmó Chabrol, y, sin duda, el cine iberoamericano fue uno de los grandes triunfadores del certamen.
Así, la joven actriz española Pilar López de Ayala se alzó con la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina por su soberbio papel como la reina Juana I de Castilla en el filme de Vicente Aranda Juana la Loca , mientras que En construcción del español José Luis Guerín ganó el Premio Especial del Jurado.
En construcción , prácticamente un documental sobre la vida cotidiana en un barrio de la ciudad de Barcelona, se alzó también con el Premio de la Crítica Internacional (FIPRESCI) y con el del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Tras el cine iberomericano, el gran ganador fue el europeo, en detrimento de la estadounidense y anglosajona que, sin embargo, se había presentado con grandes títulos y actores como Harvey Keitel o Glenn Close.