Naciones Unidas, 26 may (EFE).- Las Naciones Unidas hicieron un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a paliar la crisis de Sudán, país que, hoy en día, atraviesa la peor crisis humanitaria del mundo.
Así lo afirmó hoy a la prensa el subsecretario de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, tras presentar un amplio informe al Consejo de Seguridad sobre la situación del país.
"La situación es extremadamente preocupante. De hecho, el número de personas que necesitan ayuda humanitaria se ha incrementado en las últimas semanas de 1,2 a 2 millones", dijo Egeland.
A este colectivo hay que añadir los 130.000 refugiados que se han tenido que desplazar al Chad huyendo de la violencia, lo que convierte esta crisis en la "más dramática del mundo".
A la violencia se añade el problema de la falta de recursos, dado que la ONU sólo ha podido recabar 15 millones de dólares de los países donantes, una pequeña parte de lo que necesita la organización.
Con este objetivo, la ONU ha convocado una conferencia de donantes para principios de junio en Ginebra, donde espera captar unos 200 millones de dólares con los que poder atender las necesidades humanitarias más imperiosas en las próximas semanas.
"Si logramos nuestro objetivo, podremos dar alimento y asistencia a los cerca de dos millones de desplazados, pero si fracasamos, cientos de miles de mujeres y niños perecerán", indicó Egeland.
Si bien reconoció que en las últimas semanas las agencias humanitarias han tenido más facilidades para acceder a las zonas más necesitadas, anunció que si el "Gobierno sigue poniendo obstáculos a nuestro trabajo, no lograremos nuestra meta y mucha gente morirá".
Ayer mismo el Consejo de Seguridad aprobó una declaración presidencial en la que alertaba de la gravedad de la crisis humanitaria en Sudán, donde cientos de miles de personas se han desplazado de sus casas huyendo de la violencia étnica.
"La asistencia humanitaria debe llegar cuanto antes a la población más vulnerable", dijo el presidente del Consejo, quien pidió al Gobierno sudanés que facilite el acceso de las organizaciones humanitarias.
El Consejo de Seguridad también mostró su preocupación por las "violaciones a gran escala" que se están cometiendo en la zona, incluido actos de violencia sexual y étnica, ataques a civiles y desplazamientos forzosos.
Por ello, pidió al Gobierno que persiga estos actos de violencia, y que facilite el regreso a sus hogares de los refugiados, colectivo al que debe proteger.
El presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador pakistaní Munir Akram, alertó de que los trabajos de asistencia a la población refugiada debe acelerarse cuanto antes debido a la inminente llegada de la temporada de lluvias, y pidió el nombramiento de un coordinador de asuntos humanitarios para el país.
La guerra civil en Sudán enfrenta al norte musulmán con los rebeldes del EPLS que se levantaron en armas en 1983 cuando el régimen de Jartum impuso la ley islámica en todo el país, incluido el sur, donde la población es mayoritariamente animista o cristiana.
Sudán es uno conflicto considerado como una de las "guerras olvidadas de Africa" y que ha causado más de dos millones de muertos a causa de los combates, el hambre y las enfermedades exacerbadas por la contienda.EFE
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