Washington, 3 jun (EFE).- La poderosa Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, cuyo director George Tenet anunció hoy su dimisión, es el principal organismo de espionaje de EEUU y posiblemente el más conocido en todo el mundo.
Como ocurrió en ocasiones anteriores, mientras no se nombre a su sucesor, será el actual director adjunto, John McLaughlin, el que lleve las riendas de esta institución de carácter independiente y que rinde cuentas directamente al presidente de EEUU.
Su misión consiste en recopilar, evaluar y difundir información que ayude al presidente y a otros responsables del Gobierno a tomar decisiones relacionadas con la seguridad nacional.
En su cuartel general, situado en Langley (un vecindario de la ciudad de McLean, en el norte del estado de Virginia), trabaja personal seleccionado de forma puntillosa por sus cualificaciones en distintos ámbitos, como la ciencia, ingeniería, economía, matemáticas, contabilidad o informática.
Gran parte de su trabajo requiere investigación, análisis y redacción de informes que acaban en los despachos de los líderes políticos de EEUU.
Todos los aspirantes a trabajar para la CIA deben contar con ciertas cualificaciones académicas y estar dispuestos a trasladarse a Washington.
Una vez cumplidos estos requisitos, los candidatos son sometidos a pruebas médicas y de detectores de mentiras, así como a una investigación sobre su pasado.
Los agentes pasan además por un duro periodo de formación en un centro llamado coloquialmente "la granja" y situado en el estado de Virginia.
No se sabe exactamente cuánta gente trabaja para este organismo ni tampoco cuál es su presupuesto anual, aunque en contra de lo que se ha dicho en repetidas ocasiones, no cuenta con un presupuesto ilimitado.
Son datos considerados secretos que sólo conocen la Oficina de Gestión y Presupuestos y el Comité de Inteligencia del Senado, así como los comités y subcomités de defensa de las dos cámaras del Congreso.
Para designar los fondos que le corresponden cada año, se sigue un riguroso proceso de análisis en el que se implican el resto de las organizaciones gubernamentales.
Por primera vez en 1997, EEUU dio a conocer los datos correspondientes a los fondos destinados a labores de inteligencia, no sólo a la CIA, sino también a los demás organismos de espionaje e inteligencia, como la NSA.
Ese año el presupuesto total fue de 26.600 millones de dólares, de los que, muy probablemente, la mayor parte fueron a parar a las arcas de la CIA.
Desde su creación en 1947, la CIA ha sido alabada por muchos como la mejor arma de las democracias durante la Guerra Fría, y detestada por otros como un instrumento de asesinato y golpes de Estado indigno de un país libre.
La desaparición del Pacto de Varsovia y de la antigua Unión Soviética dejó a la famosa agencia de espionaje sin la que hasta entonces fue su misión prioritaria, la de combatir al bloque soviético y evitar la expansión del comunismo.
Tras el final de la Guerra Fría, la agencia creó nuevos departamentos sobre terrorismo, proliferación nuclear, narcotráfico y contraespionaje, en los que aplica sus conocimientos y su personal para defender en esos campos la seguridad estadounidense. EFE
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