Una imagen nada novedosa y un repertorio basado en temas poco -o nada- promocionados en radio, parecen ser la dosis letal para la carrera de una Gloria Trevi que soñaba salir de la cárcel para bañarse en las mieles del éxito. Esto sin tomar en cuenta su inesperado embarazo que le requerirá otro buen tiempo fuera de las canchas.
Sus conciertos son la prueba testimonial de que las cosas no marchan como ella y sus promotores esperan. El fin de semana pasado actuó en el Anfiteatro Gibson, en California, y la crítica no se hizo esperar. " Trevolución fue un mal nombre para la gira de la cantante más controvertida de los últimos años. Ese nombre sugiere un avance, una evolución tal cual. Sin embargo, eso fue lo que menos se vio en la presentación. Más bien se podría decir que tanto la carrera de Trevi como su show sufrieron una involución", afirmó la Opinión Digital en su página electrónica.
"Después de cinco años en la cárcel, tres embarazos y otros escándalos no menos sonados, lo último que se espera es ver a la misma Gloria Trevi de antaño, la que hacía desfiguros en el escenario, con las medias rotas y vestuario estrafalario", agregó la publicación.
Aunque no se hace referencia de la asistencia de público, la cantante ha tenido que enfrentarse con escenarios poco visitados. A su presentación realizada hace pocos meses en el Palacio de los Deportes, en México, solo asistieron 7.000 de las 18.000 personas que esperaban .