La casa de cera aporta un toque moderno a las películas de terror de los años 70 y 80.
El productor del filme, Joel Silver, describe su creación como “un viaje vertiginoso que explota nuestros miedos más primarios de ser perseguidos y atrapados”.
Añade que la producción “empuja al público a un escenario de pesadilla en el que nada de lo que rodea a los espectadores es real, y no existe posibilidad de escape”.
En cuanto a la historia de la película, La casa de cera toma su nombre de la clásica cinta de terror de 1953.
En esta, Vincent Price personifica a un escultor que trabaja como restaurador de un museo de cera que contiene piezas increíblemente reales.
Silver cita que “hay algo realmente fascinante en las figuras de cera: son inquietantes y un poco repulsivas, pero nadie puede evitar mirarlas”.
Su historia lleva esa idea a un nivel realmente aterrador. Tomado de www.labutaca.net