Cuando es un varón el que padece anorexia, esta enfermedad "es más compleja, más difícil, más resistente a la medicación y se tarda más en recuperar, bien porque se asocia a componentes sintomáticos más complejos o porque se tiene menos experiencia en ese campo", manifestó el psiquiatra Aquilino Polaino.
El especialista se refirió a la anorexia como "una enfermedad compleja, que va más allá de una neurosis, que puede tener una mortalidad entre el seis y el 10 por ciento de las personas que la padecen, que suelen ser normalmente las personas más vulnerables, pueden ser incluso niños de 9 y 10 años".
Este mal afecta mayoritariamente a mujeres, además, se caracteriza por tener un núcleo obsesivo muy duro, que es la preocupación excesiva por el peso, por el esquema corporal y que tiene manifestaciones muy amplias.
El psiquiatra, quien apuntó que le gustaría que algún diseñador de moda le acompañase cuando atiende a personas anoréxicas, porque probablemente cambiaría de paradigma, reconoció que no toda la culpa es de la moda, pero sí hay algo en ella.
Por su parte, el diseñador Philippe Laporte opinó que "una persona anoréxica no es bella; es esquelética; es una persona enferma, que no tiene gracia" y se lamentó de que la anorexia está siendo "prácticamente monotema al hablar de la relación entre la moda y la salud" ya que, según dijo, "hay otras cuestiones relacionadas con las modas como es el fumar, el beber, el tomar drogas o practicar determinados deportes que tienen efectos nefastos para la salud" y en los que no se incide.
Para Enrique Loewe la anorexia requiere un pacto social para abordar su solución inteligentemente, para tratar este problema, prevenirlo y conocer mejor sus causas, sin buscar culpables.