"En esta pieza de 26 minutos la orquesta es aprovechada plenamente, pero sin ensombrecer el papel de los solistas", argumenta con seguridad el presidente del jurado, Marc Satterwhite.
"Tras pasar por muchos cambios de humor, tempo y estructura, de lo íntimo a lo violento, la sección final es misteriosa y ambigua", agregó Satterwhite.
Internacional. Desde su estreno a mediados de setiembre en el 2003, la obra se ha tocado en diferentes países de Europa, Japón y Estados Unidos.
Kurtág nació en Hungría en 1926 y estudió composición con Ferenc Farkas y Sandor Veress en Budapest, así como con Marianne Stein en París durante los años 50.
Entre otros ha sido galardonado con el premio Ernst von Siemens y el Kossuth, que le otorgó el Gobierno húngaro por su trayectoria.
El premio internacional de música Grawemeyer lleva el nombre del empresario e industrial Charles Grawemeyer. La obra de Kurtág fue escogida de entre 145 composiciones de todo el mundo.