La enorme labor científica llevada a cabo por Linneo ha hecho que se le considere el padre de la botánica moderna. Es uno de los más grandes naturalistas de todos los tiempos; sus catálogos y clasificaciones de plantas y animales mantienen vigencia.
En sus libros describe cerca de 500 vegetales y más de 4000 animales. Su gran aporte a las ciencias consistió en haber puesto orden dentro del caos, demostrando que con solo dos palabras latinas puede describirse de manera sencilla y práctica todo ser vivo, e indicarse sus relaciones con los demás.
Para la división taxonómica de las plantas, tomó en cuenta las configuraciones sexuales. Su sistema de clasificación establece los siguientes grupos: especies, géneros, familias, órdenes, clases, ramas y reinos.
En un principio creyó en la inmutabilidad de los caracteres, es decir que los seres vivientes no experimentan variaciones a lo largo de su línea filogenética; pero en sus últimos años albergó dudas acerca de este fijismo. Paradójicamente, con posterioridad su obra sirvió para argumentar sobre el evolucionismo, ya que, al agrupar a los seres vivientes de manera ordenada, permitió observar una gradación de caracteres en la que se apoyaron los evolucionistas para forjar sus teorías. Fue el primero en incluir entre los primates al hombre, a quien denominó Homo sapiens.
Nació en Rashult, Suecia. Hijo de un pastor protestante, fue inducido a estudiar teología; pero él prefirió cursar Medicina, disciplina que estudió primero en Lund (donde trabajó con Celsius) y luego en la universidad de Uppsala, donde obtuvo el doctorado en 1735.
Como médico naval viajó por Europa; en París residió varias temporadas y trabajó en el Jardín de Plantas. Establecido en Estocolmo, ejerció la profesión médica, alcanzó gran reputación y fue honrado con las más altas distinciones por la enorme y trascendente labor científica que desarrollaba. Presidió la Academia de Ciencias y fue médico real.
Cuando se le concedió un título nobiliario eligió un escudo con el lema "la fama se extiende con los hechos". Debido a su mucho trabajo sufrió sucesivas depresiones psíquicas. Falleció en Uppsala, en cuya catedral fue enterrado; su elogio necrológico fue hecho por el mismo rey. Entre sus obras, todas escritas en latín, están Systema naturae, Bibliotheca botanica, Classes plantarum, Flora suecica y Systema vegetabilium.