Una tormenta de proporciones descomunales puso su nombre en boca de todos.
Durante seis años ininterrumpidos de gestión como viceministra de Juventud, su nombre prácticamente era desconocido en el país y más allá: aquí, un selecto grupo la conocía como la liberacionista herediana de bajo perfil que se encargaba del tema de juventud en el país y desarrolló, sobre todo, los contactos internacionales en 47 viajes.
Antes de esto, en Santo Domingo de Heredia, era la hija de una buena y católica familia liderada por Raúl Bolaños y María Leidy Picado, a quien le encantaba la política desde jovencilla. Educadores y alumnos del Colegio Santa María de Guadalupe (Samagú) la recordaban como la tímida profesora de francés, de clases pasivas; en el Partido Liberación Nacional (PLN), la vieron como una mujer con experiencia en grupos de jóvenes, que trabajó como coordinadora nacional de guías electorales del partido, cercana a la actividad política y también esposa del verdiblanco Víctor Hugo Víquez.
Ni por asomo, Karina Bolaños Picado, de 39 años, era una figura pública conocida. Hoy, la historia es absolutamente otra.
El video erótico que protagoniza y está en el canal de videos de YouTube desde el 29 de julio, subido sin su autorización por Tosgf –usuario que se unió en esa fecha a YouTube y no ha vuelto a estar activo–, ha sido visto más de 4,2 millones de veces. Además, si su nombre se busca en Google, en cuestión de 0,27 segundos, aparecen más de 2 millones de resultados.
El lunes 30 de julio, aquella mujer que fue nombrada viceministra de Juventud por la administración de Óscar Arias en el 2006 fue destituida de su puesto de forma tajante, por la presidenta Laura Chinchilla y el ministro de Cultura, Manuel Obregón.
Durante más de una semana, el Gobierno se explicó, en diferentes comunicados y entrevistas, hasta lograr detallar que la despidió por pérdida de confianza, por tener una demanda penal en su contra por supuesto acoso a un ingeniero informático y por la afectación que estos problemas tendrían en su trabajo como viceministra de Juventud .
Todo comenzó a suceder con una velocidad impresionante e inesperada.
De pronto, su caso, su vida privada y cualquier detalle de quién era y quién había sido como esposa, política, amante y funcionaria, se volvieron de dominio público, tema de centenares de notas periodísticas y reportajes alrededor del mundo y en muchos idiomas, así como material para los dimes, diretes, especulaciones, ataques y defensas en Twitter, Facebook, YouTube y cualquier espacio para externar una opinión. Fue un escándalo en la vida real y una tormenta viral en Internet.
%%control:RevistaDominicalProyectorArticle?%%
Por decisión propia o asesorada por aquellos que se mantenían cerca de ella, Bolaños optó por el silencio en las redes sociales, donde es una tuitera relativamente activa, y se rehusó a dar entrevistas a los medios nacionales.
Lo curioso es que el 31 de julio, una quebrantada y llorosa Karina conversa vía telefónica con la periodista costarricense Glenda Umaña en CNN en Español , cuenta que el video fue robado de su computadora por un informático contratado para instalar unas cámaras en su casa, asegura que fue extorsionada para que el material no se divulgara y arremete contra Chinchilla por no apoyarla ni dejarla defenderse en su puesto. Supuestamente por miedo, Bolaños no denunció aquel robo ni el supuesto chantaje, ni se los comunicó a sus superiores en Cultura.
{^SingleDocumentControl|(AliasPath)/2012-12-02/RevistaDominical/Articulos/RD02-KARINA/RD02-KARINA-summary|(ClassName)gsi.gn3quote|(Transformation)gsi.gn3quote.RevistaDominicalQuoteSinExpandir^}
Se crean páginas en Facebook en defensa de la exfuncionaria y comienzan a aparecer en redes sociales fotografías de costarricenses, en especial mujeres, sosteniendo un rótulo en que se leía “Yo soy Karina”, una campaña espontánea en solidaridad con la exfuncionaria pública y repudiando “el machismo” y la “doble moral” del gobierno.
Como un gotero, se destapan otros temas: el Ministerio de Cultura abre una investigación para precisar si el video, que Bolaños asegura que grabó en el 2007 en Cape Town, se hizo durante el viaje oficial a Sudáfrica en julio del 2009, cuando participó en la conferencia sobre prevención del sida, y con la computadora del trabajo. Asimismo, revisan el uso de los recursos públicos, ya que, durante sus seis años como viceministra, su gasto telefónico ascendió a ¢23,8 millones y revelan que, solo en junio del 2011, el Ministerio de Cultura pagó ¢3,3 millones en el recibo.
La historia no termina
El culebrón en que se convirtió su vida estaba lejos de acabar. Sin trabajo, con su vida íntima expuesta alrededor del mundo, Bolaños también se queda sin esposo: el 2 de agosto llega el divorcio que la separa de Víctor Hugo Víquez , acompañado por declaraciones que atizaban más aquella hoguera sensacionalista.
El 12 de agosto, le asegura a Álvaro Murillo , periodista de La Nación , aún no estar en condiciones de aceptar una entrevista y su papá, Raúl Bolaños, afirma que todavía está muy afectada por la divulgación del video y porque el Gobierno la usó como “chivo expiatorio”.
Sin embargo, una semana después, su situación cambió: la misma Karina le asegura a canal 9 , en una entrevista dividida en dos partes , que está fortalecida y no caída, y que creará una fundación para ayudar a los jóvenes. Finaliza diciéndole a Freddy Serrano, en aquella poco confrontativa conversación: “Ya pasé por donde asustan, ya nadie más me va a asustar a mí en el país ni en mi vida”.
Dejó que se apaciguara el revolú en redes sociales y al día 23 de silencio cibernético, vuelve a Twitter ; es más, el 24 de agosto, les escribe a dos periodistas de CNN: “@JuanCarlosCNN @marielacnn como exviceministra de juv en Costa Rica detituida x la violacion de mi privacidad considero a Harry y lo apoyo!!” (cita textual) y agrega en otro tuit a ellos mismos: “espero su imag no sea distorcionada x un asunto d vida privada juvenil sin malas intenciones, tal y como yo sufri” (cita textual), precisamente en los días en que el príncipe Enrique (Harry) protagoniza un escándalo debido a unas fotos desnudo en Las Vegas.
Falsa calma
La calma parecía haber llegado, pero era una falsa impresión. En setiembre, su nombre y acciones vuelven a ser escándalo: una sonriente Karina Bolaños semidesnuda aparece en la portada de la revista española Interviu ; en las páginas internas, acompañada por más imágenes que muestran mucha piel, se presenta una entrevista para “desvelar la extorsión de la que fue víctima y los enredos políticos que rodean a esta truculenta historia”. La exviceministra califica a la presidenta Laura Chinchilla como “la reina de los machistas de Costa Rica” y de proteger “a políticos con casos parecidos al mío”. Al día siguiente, el Diario Extra detalló, sin citar ninguna fuente, que a Bolaños le habrían pagado no solo el viaje a España para la entrevista y sesión de fotos, sino también 20.000 euros (unos ¢13,1 millones).
Se desata una nueva ola de comentarios furiosos: unos contra Karina; otros contra la Presidenta y muchos fueron desagradables odas a la intolerancia, el machismo y la doble moral.
Mientras en Costa Rica se celebraban las fiestas patrias, se emitió en España el programa El gran debate , del canal Telecinco, en el que Bolaños fue invitada especial y repite que fue extorsionada, que no tuvo el apoyo del Gobierno ni tiempo para poder defenderse. Ante el cuestionamiento de uno de conductores del programa acerca de si estaba intentando hacer negocio con un video que era únicamente del ámbito privado, la protagonista de esta historia respondió con esta pregunta: “¿Qué haría usted si de la noche a la mañana, en cuestión de tres horas, se queda sin trabajo, sin esposo; se queda sin casa, sin un cinco y pues me ofrecen la oportunidad de venir, entrevistarme en una revista de este nivel y ofrecerme algo que, por lo menos, me pueda salvar un tiempo?”.
Activa y en pie de lucha
Bolaños ya no está más en silencio. En redes sociales, está más activa en Twitter que en Facebook y, desde esa trinchera, clamó para que pararan ya el circo (hace alusión a su caso y a que al “país le interesa oír otras cosas”), aseguró que la política es su vida, “no he matado ni robado” y aún tiene mucho que aportarle a su partido (PLN). Tampoco pierde oportunidad para atacar al Gobierno y a la Presidenta que la destituyó.
En la web, ella se siente libre de enfrentarse con quienes considera que la atacan, de compartir fotos acompañada de su hija adolescente –a quien llama su “gran luz”–, de responder saludos de sus amigos y mensajes de Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y España, de apoyar a Saprissa y al Real Madrid, y hasta de hacerle propaganda a su medicina natural: el ejercicio.
A pesar de todo, aquella profesora de francés algo introvertida o la exviceministra de Juventud que, al cabo de cada día de trabajo, revisaba qué había aprendido en su oficina en el Cenac, le halló el gusto a los medios de comunicación.
Con la idea de dar una entrevista “positiva”, Bolaños aceptó una entrevista en el programa Charlemos (Actual FM, 107.1) con Carlos Fernández; de inmediato, los teléfonos empezaron a sonar; entonces, una radioescucha le preguntó: ¿se lanzaría a la Presidencia de la República? “Sí, pues sí... La verdad ya sea de una forma positiva o negativa, todo el país me conoce; así que por qué voy a decir que no, si sí”.
{^SingleDocumentControl|(AliasPath)/2012-12-02/RevistaDominical/Articulos/RD02-KARINA/RD02-KARINA-rec2|(ClassName)gsi.gn3quote|(Transformation)gsi.gn3quote.RevistaDominicalQuoteSinExpandir^}
A finales de ese octubre, ella comienza una nueva etapa. Un día llegó como invitada al programa En la mira del pueblo , de José Luis Valverde Nuñez, en canal 54 , y al terminar, quedó como conductora. Es más, aquella entrevista fue muy vista, así lo indicaron muchas llamadas telefónicas y seguidores de la transmisión vía Internet, según lo recuerda Endy Torres Keith, del 54. “Es una mujer seria, buena gente y agradecida. No tenía experiencia en televisión, pero es muy natural, así que no le costó adaptarse”, aseguró Anthony Vargas, técnico del canal. El proyecto la emocionaba; sin embargo, la ilusión se le acabó en un mes, ya que Valverde, dueño del espacio, murió y el proyecto quedó suspendido.
No obstante, su “disponibilidad” con los medios está llena de peros y de escogencias cuidadosas. A finales de octubre, se le pidió una entrevista para este reportaje. Primero, dijo querer pasar la página; después, que sería más fácil aceptar si fuera “un reportaje positivo” y accedió a pensarlo y a tener una respuesta para el viernes 26 de octubre. Seis días después, tras un tuit público y un mensaje de texto, responde, fija una nueva hora para dar a conocer su decisión, mas luego no contesta. Hubo decenas de intentos más; los SMS iban y venían.
El 8 de noviembre, por fin, contestó con claridad, vía SMS: “Me he asesorado y me indican mis abogados que si vuelven a publicar alguna imagen mía o algún comentario que vuelva a afectar mi salud mental como mi moral, tendremos que recurrir a plantear una demanda. Con todo respeto, les solicitaría eliminar mi persona del reportaje que usted me indica va a salir en la revista Proa (sic) y evitar más problemas. Gracias por su amabilidad”.
Evidentemente, este fue el artículo que ella nunca quiso ver publicado.