
Zurich. AFP. El exilio en Suiza del cantante francés Johnny Hallyday para escapar a los impuestos, así como la polémica con la vecina Francia por los privilegios fiscales que reserva a los ricos extranjeros, han abierto un virulento debate en la Confederación helvética.
La clase política suiza rechazó los ataques del diputado francés Arnaud Montebourg, portavoz de la candidata presidencial socialista, Ségolène Royal, quien acusó a Suiza, y a otros “paraísos fiscales” europeos como Luxemburgo, de saquear a sus vecinos con sus políticas fiscales atractivas.
La unanimidad fue rota por la ministra de Economía, Doris Leuthard, quien en un debate televisado sostuvo que esas políticas son “desfavorables” para los suizos, puesto que solo son reservados a los extranjeros.
Leuthard citó el ejemplo del campeón de tenis Roger Federer, que paga 10 veces más impuestos que Johnny Hallyday, simplemente por el hecho de ser suizo, lo cual dijo “no es justo”.
Esta posición rompe con el punto de vista oficial del gobierno suizo, que estima que si se suprimiese el beneficio, los ricos extranjeros no irían más a Suiza sino que se instalarían en Bruselas o Londres.
Apoyo. Según el portavoz del gobierno suizo, Oswald Sigg, unos 3.600 extranjeros gozan del beneficio fiscal en Suiza y más de la mitad de esos privilegiados vive en la Suiza de lengua francesa, en la región de Ginebra y Lausana.
Johnny Hallyday, que es el roquero más famoso de Francia, está en la picota desde finales del 2006 cuando en diciembre perdió en apelación su demanda judicial contra su antigua casa de discos Universal Music, a la que reclamaba que le restituyera las grabaciones originales de sus canciones. Sus líos empezaron cuando fijó su residencia legal en Suiza para escapar a la Hacienda francesa y beneficiarse de una fiscalidad helvética.