
LONDRES. Reuters. Alguna vez equiparó su voz con “la llamada de apareamiento de un venado en celo”. Pero Johnny Depp no permitió que esto se metiera en el camino de su rol cinematográfico más desafiante hasta el momento: una sofisticada adaptación del barbero y asesino serial Sweeney Todd, en una nueva versión del musical de Stephen Sondheim.
Dirigido por Tim Burton, con quien trabajó en varias oportunidades, Depp se muestra con rostro pálido y ojos oscuros en la sombría historia de venganza, mezclándose en el mundo en blanco y negro de la sombría Londres del siglo XIX, interrumpido solo por el vívido rojo de la sangre de sus víctimas.
Su siniestra cómplice es Mrs. Lovett, interpretada por la pareja de Burton, Helena Bonham Carter, cuyos pasteles de carne comienzan a venderse como pan caliente cuando se une a su vecino Todd en una ingeniosa aventura para deshacerse de los incontables cuerpos que el consigue.
“Nunca antes canté en mi vida, así que tuve que encontrar la manera de hacerlo”, dijo Depp a periodistas en Londres en la reciente presentación para la prensa de la película. “Para ser honesto, no sabía si iba a poder dar en la nota”, agregó.
Para descubrirlo, Depp llamó a un miembro de la banda para la que tocó en la década de 1980, y grabó My Friends, una de las primeras canciones del musical. Cuando el productor Richard Zanuck escuchó la grabación, creyó que el actor podría lograrlo.