San Sebastián (España), 20 sep (EFE).- Con un cálido y largo aplauso celebró hoy el público presente en el Kursaal la aparición sobre el escenario de la actriz francesa Isabelle Huppert, que recogió el Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián de manos del realizador francés Claude Chabrol.
Nadie mejor que Chabrol para entregarle a Huppert este galardón, puesto que esta actriz es una de sus musas y juntos han realizado magníficas películas como "Prostituta de día, señorita de noche" o "Merci pour le chocolat".
Huppert dedicó el premio a Chabrol, porque él le ha dado "el espacio con el que soñaba para decir lo que quería y como quería", dijo la actriz, que se mostró muy agradecida por el premio y por la acogida de los presentes.
Con un traje chaqueta negro y su elegancia habitual, la intérprete dio las gracias al público por "amar a las mujeres" que ha encarnado, "aunque no todas han sido personas amables".
"He hecho todo tipo de papeles", añadió, "pero siempre he intentado decir la verdad sobre todas ellas, porque el cine está aquí para decir la verdad".
Chabrol aseguró que es "un acierto" premiar a Huppert, "porque la gente suele pensar que los directores ayudan a los actores a hacer películas, pero en realidad es Huppert quien ayuda a los directores a hacer filmes".
"Es una mujer formidable y muy pícara", aclaró, "porque durante el rodaje el realizador le da directrices y ella parece obediente, pero cuando la película está acabada te das cuenta de que la obra final es la obra de Huppert".EFE
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