París, 21 sep (EFE).- Las conmemoraciones por el trigésimo aniversario de la muerte de Salvador Allende han permitido "terminar con el manto olvido", dijo hoy la presidenta de la Cámara de Diputados chilena, Isabel Allende, hija de ese presidente chileno.
"Treinta años después hemos logrado terminar con el manto del olvido e imponer la memoria, que es indispensable, porque un pueblo sólo puede crecer cuando incorpora su pasado y dejar de negarlo", declaró a EFE la dirigente legislativa.
Allende, que hoy clausuró en Saint-Denis (afueras de París) tres días de debates sobre el proyecto, la figura y el legado de su padre, se mostró "emocionada" por las muestras internacionales de respeto y cariño que ha recibido con motivo de las conmemoraciones.
Con todos esos actos, "la figura de Salvador Allende ha crecido en todas sus dimensiones, legítimamente", destacó.
Lo más importante -añadió- ha sido "el debate" que vivido el país durante los días de celebraciones: "Después de lo mostrado en Chile, se puede decir que se acabó la censura y la autocensura".
"Nunca se había hablado tanto en Chile de Allende y de la Unidad Popular, lo cual es muy importante porque los jóvenes que no lo conocieron han podido informarse", explicó, al reiterar que "un pueblo no puede tener dignidad sin memoria".
Allende reconoció que ese pasado afecta también a la impunidad, aunque subrayó que Chile "ha logrado que jamás se haya impuesto una ley de punto final (como en Argentina)" y recordó que "hay más de trescientos procesos abiertos" contra presuntos violadores de los derechos humanos durante el gobierno militar.
"Es cierto que el simbólico caso de (el ex general Augusto) Pinochet ha quedado inconcluso, pero el juicio de la Historia ha dejado claro que fue una persona que traicionó su juramento y fue incapaz de enfrentarse a la Justicia".
Pinochet encabezó el golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 acabó con el gobierno constitucional de Allende, que se suicidó mientras el palacio de la Moneda era bombardeado por las tropas golpistas.
En cualquier caso, la hija del presidente derrocado consideró que "Chile ya ha asimilado lo que ocurrió hace treinta años".
"Por eso gobierna una coalición de partidos con mayoría sólida en el sentido civil y parlamentario, una alianza amplia de centroizquierda que cuenta incluso con el apoyo de la democracia cristiana", añadió.
Mañana, Isabel Allende será recibida por el alcalde de París, Bertrand Delanoe, al que agradecerá que el Ayuntamiento de la capital francesa haya dado el nombre de su padre a una plaza parisina.
Ese plaza, que hasta ahora se denominaba Santiago de Chile y que está situada junto a la embajada de ese país, fue un punto de encuentro de los exiliados chilenos para pedir el retorno de la democracia durante los años de la dictadura militar de Pinochet.
El "bautismo" de la plaza ha sido el acto central de los numerosos homenajes realizados en Francia con motivo del trigésimo aniversario de la muerte de Allende y de la democracia en Chile. EFE
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