EscucharMoscú, 15 abr (EFE).- Mijaíl Kaláshnikov, inventor del legendario fusil de asalto AK que lleva su apellido, anunció hoy que viajará a Cuba para conocer la única fábrica de esas armas en toda América y promocional el famoso fusil.
"Voy a Cuba por primera vez para ver el estado en que se encuentra la fábrica que produce nuestros fusiles", dijo Kaláshnikov en conferencia de prensa en Moscú.
Kaláshnikov, de 86 años, viajará a Cuba el próximo lunes en compañía de funcionarios de la empresa Rosoboronexport, monopolista estatal para la exportación de armas rusas.
Dmitri Shugáev, ejecutivo de empresa, explicó que el objetivo del viaje es conocer el estado de la planta cubana y subrayó que, por el momento, tanto Rusia como Cuba no tienen la intención de producir nuevos tipo de armamento en esas instalaciones.
"Si hay una propuesta para fabricar bajo licencia nuevos fusiles Kaláshnikov en Cuba, serán únicamente para las Fuerzas Armadas de ese país", indicó Shugáev.
Añadió que la visita de Kaláshnikov a Cuba forma parte de una campaña de relaciones públicas para impulsar y defender el prestigio del armamento ruso en el mercado latinoamericano.
"Siempre tuve interés por conocer Cuba y espero que podré conocer personalmente a los dirigentes del país y otras personas importantes", dijo el inventor en alusión a una audiencia con Fidel Castro.
A pesar de que no se difundió la agenda de Rosoboronexport en Cuba, fuentes rusas no descartaron la posibilidad de que Kaláshnikov atienda invitaciones de delegaciones diplomáticas acreditadas en la isla.
Una de esas invitaciones podría tener lugar en la embajada de Venezuela en la Habana, que encabeza Adán Chávez, hermano del presidente venezolano, Hugo Chávez.
En los próximos meses, Rusia enviará a Venezuela la primera partida de los 100.000 fusiles Kaláshnikov adquiridos por el Gobierno del país bolivariano, afirmó Vladímir Grodetski director del consorcio ruso Izhmash fabricante de los fusiles AK.
Explicó que los Kaláshnikov que fabrica su empresa para Venezuela son del modelo AK-103, uno de los más recientes y modernos y no del modelo AK-47, el prototipo que inventó Kaláshnikov hace 59 años y que ya no se fabrica en Rusia.
Según Grodetski, apenas una décima parte de los AK que se fabrican el mundo son genuinos y el resto son copias ilegales o falsificaciones, porque los países que los producen no tienen licencias en regla o carecen de ellas.
"Calculamos que en el mundo anualmente se fabrican cerca de un millón de fusiles Kaláshnikov, de ellos, entre el 10 y el 12 por ciento son rusos, el resto son piratas", subrayó. EFE
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