San Francisco (California). La Corporación Intel dijo el lunes que desarrolló, para el Departamento de Energía estadounidense, la supercomputadora más rápida del mundo, que es capaz de realizar un billón de operaciones por segundo.
Esa velocidad casi triplica el récord previo en la velocidad de computación alcanzado por Hitachi Ltd. en 1995 con una supercomputadora que puede hacer 368.000 millones de operaciones por segundo, dijeron funcionarios de Intel.
La supercomputadora de Intel será utilizada en el Laboratorio Nacional Sandia, del Gobierno, para simular el funcionamiento de armas nucleares estadounidenses, con lo cual se sustituyen las pruebas reales.
La supercomputadora también será utilizada para predecir cambios del clima y desastres naturales, y en otros proyectos del Departamento de Energía, que requieren simulación de una serie de sucesos con grandes cálculos matemáticos, dijeron funcionarios de esa secretaría del Gobierno federal.
"Un billón de operaciones por segundo... fue alguna vez algo inalcanzable", dijo la secretaria estadounidense de Energía, Hazel O'Leary, durante una llamada telefónica de conferencia para anunciar que Intel cumplió con el contrato de la supercomputadora.
"Estados Unidos puede restablecer su dominio en este mercado como innovador... en el negocio de la ultracomputación", señaló.
Intel, con sede en Santa Clara, California, construyó la supercomputadora utilizando 9.624 microprocesadores estándares de escritorio, o chips Pentium Pro, y vinculándolos para procesar simultáneamente datos en una obra arquitectónica que la industria llama "procesamiento paralelo masivo".
Craig Barrett, vicepresidente ejecutivo de Intel, dijo que uno de los logros conseguidos con la supercomputadora es que utiliza "bloques de construcción normales". "Estamos tratando de demostrar que con los bloques de construcción normales se puede lograr un poder que rompe los récords mundiales", indicó.
Sin embargo, Intel no cree que haya mucho mercado para las supercomputadoras gigantes más allá de algunos organismos del gobierno, dijo.
El Departamento de Energía pagará a Intel unos $50 millones por la máquina, según los términos del contrato establecido en setiembre de 1995. Barrett expresó que cree que hay un mercado "razonable" para supercomputadoras de procesamiento paralelo de tamaño intermedio que utilicen Pentium Pros.
Funcionarios manifestaron que las compañías farmacéuticas podrían utilizar las supercomputadoras para modelaje molecular, mientras que las de automóviles recurrirían a ellas para el planeamiento de fabricación.