La llama del bosque es un enorme y hermoso árbol con grandes flores color naranja que dan origen a su nombre vernacular.
Aunque nativo de África tropical, hoy día es muy popular como árbol ornamental en todos los rincones tropicales del mundo. Es un árbol ideal para jardines grandes o parques municipales pues llega a medir hasta 20 metros de altura y abrir una impresionante copa de hasta 15 metros de ancho.
Se pueden sembrar varios como gigantes pantallas o como únicos especímenes para dar sombra en el jardín. Es un árbol de muy rápido crecimiento, puede crecer hasta 1.80 metros en un año, consecuentemente, forma madera suave y muy quebradiza.
Hay que tomar en cuenta esta característica y sembrarlo en lugares protegidos de vientos fuertes; hay que evitar plantarlo a orillas de carreteras y caminos de mucho tráfico, por lo quebradizo de sus ramas.
Uno de sus mayores atractivos es su espectacular floración con ramilletes color naranja intenso (hay algunos en amarillo) donde cada flor parece el más delicado tulipán que usted jamás haya visto, por lo que su nombre en inglés es árbol de tulipán africano (African Tulip tree).
Cada flor llega a medir más de seis centímetros de ancho, y, aunque cada una dura aproximadamente tres días, se están abriendo constantemente. La floración dura más de un mes, con la ventaja que se repite varias veces al año. Sus flores, al caer, forman una hermosa alfombra naranja que no es problema en lugares espaciosos, pero sí puede serlo si está sembrado cerca de una piscina.
Recuerdos y encantos
Todos tenemos algún árbol que recordemos de infancia; los que tuvimos de cerca un llama del bosque cuando niños de seguro lo recordamos no solo por su acogedora sombra y el color de sus grandes flores sino también por las grandes vainas que encontrábamos en el suelo llenas de semillas aladas que al sacarlas nos dejaban al descubierto un pequeño barco que, además, ¡flotaba!
Como si fuera poco, basta con acercarse a uno de estos árboles para verlo rodeado de pájaros que succionan el néctar de sus flores y las polinizan. En la noche, es visitado por los murciélagos que, como bien sabemos, también cumplen una función muy importante en la ecología del ambiente.
Sus semillas son comestibles, su suave y blanca madera sirve en la elaboración de papel y en África tropical, su tierra natal, también la utilizan en confección de tambores.
La siembra
El llama del bosque se reproduce fácilmente por semilla y esquejes de raíz. Su encanto es como árbol grande y corpulento por lo que la poda debe ser preferiblemente para ayudarle a ramificarse y mantener en balance sus ramas, más que para controlar su tamaño.
Es un árbol tolerante a cierto grado de sequía pero al plantarlo se le debe mantener la humedad constantemente hasta que sus raíces profundicen y logre establecerse.
Si usted tiene espacio y anda buscando sombra rápida y con floración frecuente, hay pocos árboles que lo igualen.
Pregúntelea Laura
"Estimada Laura: un día de estos fui al Museo nacional a buscar un árbol de "matasanos" que tienen sembrado ahí, pero de entrada me atrajo la atención otra especie que se llama Copey.
Como no lo conocía, consulté ahí mismo, en el Herbario Nacional, y me dijeron que los españoles, cuando nos descubrieron, jugaban cartas con las hojas de este árbol, por lo fácil que era hacerles números e imágenes.
Yo he cogido una hoja de estas que tiene forma de corazón y le he hecho dibujos para ver como se va secando y comportando con el tiempo.
También, el mes pasado cuando fui al Tecnológico y me encontré al ingeniero jefe, quien me habló del "árbol de la noche triste" que tienen ellos. Me dijo que el árbol se llama así porque el conquistador Cortés lloró debajo de él cuando los incas los emboscaron y mataron a gran cantidad de españoles. Este árbol es mexicano.
Le cuento todo esto por si le sirve en algo para alguna publicación, además de que yo podría beneficiarme posteriormente, si publicara algo con más datos de los árboles comentados. Hasta la próxima".