En un acto de rebeldía contra una ley que limita la libertad de expresión en su país, el fotógrafo guatemalteco Daniel Hernández exhibe la desnudez del cuerpo humano en una muestra que se inauguró ayer en el Museo de Jade y que marca el inicio de la segunda etapa de PHOTOencuentro, actividad dedicada al arte de la fotografía.
La exposición se titula 27-2002 , en alusión al número de esta ley que se aprobó el año pasado y que impone fuertes penas a las personas que produzcan, promuevan o comercialicen material que pueda considerarse pornográfico.
Artista comprometido con la defensa de los derechos humanos, Hernández sostiene que tal ley representa un regreso al oscurantismo. En las 27 fotografías que conforman su exposición, el desnudo representa la libertad y transgrede el silencio impuesto por la sociedad conservadora.
"Después de varias décadas de guerra, todavía hay una gran parte de la población guatemalteca que evita manifestarse por miedo a la represión. Mi temor es que esta ley se convierta en un nuevo instrumento para controlar a la prensa, a los artistas y a la población en general a partir de criterios totalmente subjetivos", dice.
Hernández, quien por primera vez presenta una exposición individual en Costa Rica, es uno de los fotógrafos contemporáneos más destacados de su país y ofrecerá una charla sobre su obra hoy a las 7 p. m., en el Auditorio de la Universidad Véritas.
Belleza y crítica
Si bien los desnudos están presentes en las fotografías de Hernández desde hace varios años, en 27-2002 ensaya por primera vez con cuerpos femeninos y, además, realiza una introspección en varios autorretratos. En blanco y negro, sin censura, los cuerpos exhiben aquí sus formas, su fuerza, su erotismo, sus partes y su todo.
La luz y la sombra adquieren un intenso protagonismo en cada fotografía, reflejo de una sociedad que se debate entre las anclas del pasado y el deseo de prosperar.
La obra del guatemalteco se nutre de sus conocimientos en arquitectura y de su experiencia como fotógrafo de prensa en las agencias internacionales France Press, Reuters y Associated Press.
"Trabajar en la prensa me permitió conocer realidades muy duras y me hizo entender que mis fotografías deben tener un significado y una trascendencia para mi país. Estoy convencido de que el arte es una fuerza capaz de operar cambios en la sociedad", dice.
Uno de los trabajos más reconocidos de Hernández es Ángel Callejero , el cual muestra huesos de personas asesinadas en la guerra y adquirió un carácter emblemático tras el asesinato de Monseñor Juan Gerardi, figura clave en el esclarecimiento de los crímenes de guerra en Guatemala.
Entre sus obras también destacan las series Eros + Thanatos , Memoria de un ángel y Músicos del pueblo . Sus obras se han expuesto en Italia, Alemania, España, Francia, Argentina, Estados Unidos y México, entre otros.
Con una trayectoria que ya sobrepasa los 25 años, Hernández ha recibido varios premios. Entre ellos, la réplica de la Medalla del Premio Nobel de la Paz 1992, otorgado a Rigoberta Menchú.
La muestra 27-2002 permanecerá hasta el 21 de febrero en el Museo de Jade, en el Instituto Nacional de Seguros, como parte del PHOTOencuentro. Esta actividad es auspiciada por el Centro Cultural y de Cooperación para América Central de la Embajada de Francia y la Universidad Véritas.