Los instrumentos se hallaron en excavaciones recientes y son uno de los descubrimientos arqueomusicales más importantes de América.
Las piezas se encontraron en el patio este del templo del Anfiteatro de Caral. Al parecer eran utilizadas en ceremonias religiosas de esta cultura cuya antigüedad se remonta a una ¥época entre el año 2.900 y el 2.100 antes de Cristo.
Arqueólogos determinaron que los antiguos peruanos utilizaron fémures, tibias, costillas y húmeros, entre otros huesos de camélidos y venados para confeccionar flautas y trompetas.
Otro conjunto de instrumentos lo forman 32 flautas traversas manufacturadas con huesos de pelícanos y cóndores.
Los instrumentos están decorados con incisiones que van formando anillos, tienen variados tamaños, y grosores, y están esmeradamente pulidos.
Los estudios de acústica en las flautas y trompetas aún no se han iniciado, pero auditivamente se pueden identificar regularidades entre sus sonidos, lo cual permite suponer la existencia de una práctica musical.
Caral, que tiene una extensión de 65 hectáreas, se ubica en el valle costeño del río Supe, en Perú.