Sydney (Australia), 12 dic (EFE).- El primer ministro australiano John Howard condenó hoy los graves disturbios provocados por grupos racistas el domingo en una playa de Sydney, que causaron más de 30 heridos y que han llevado a que la Policía detenga hasta el momento a 28 personas.
"Atacar a las personas por motivo de su raza, apariencia o etnia es totalmente inaceptable y debería ser rechazado por todos y cada uno de los australianos", dijo Howard.
El dirigente del Estado de Nueva Gales del Sur -cuya capital es Sydney-, Morris Iemma, declaró que se ha creado una "Fuerza de Choque especial" de la Policía estatal para perseguir a los responsables de esta ola de violencia.
"Vamos a ser muy claros, la policía no cejará en su lucha contra estos matones y gamberros", dijo Iemma.
Según la policía, los detenidos habían participado en las reyertas ocurridas durante la concentración, y en la que varias personas fueron agredidas por la multitud.
El domingo, unas 5.000 personas, muchas en estado de ebriedad, se dieron cita en la playa de Cronulla portando banderas australianas y cantando proclamas racistas contra los "libaneses y negros".
Los manifestantes habían acudido a la playa convocados por mensajes telefónicos de contenido racista animando a los presentes a responder con violencia a los ataques de "las bandas de Oriente Medio".
La playa de Cronulla, al sur de Sydney, fue escenario la semana pasada del ataque a dos socorristas que los manifestantes atribuyen a los emigrantes y australianos de origen libanés.
Un oficial de la policía declaró que habrá más detenidos cuando concluyas las identificaciones sobre los participantes en estos actos racistas. EFE
mg/cra/ib