Aproximadamente el 61,5 % del tráfico global en Internet durante el año que acaba de terminar no fue realizado por seres humanos. Así lo afirma un estudio de Incapsula, una empresa de seguridad virtual con sede en Estados Unidos, que efectuó un muestreo con más de 20.000 sitios en el mundo.
Los robots que navegan por Internet no son precisamente humanoides de metal que mandan correos de spam ; se trata de programas informáticos también conocidos como bots que pretenden imitar el comportamiento de un humano y realizar funciones rutinarias. Sitios como Wikipedia los utilizan para revisar el contenido de sus páginas, lo mismo que YouTube, que usa bots para supervisar lo que suben sus usuarios en la red.
Sin embargo, no todos los bots en Internet son “buenos”. Los “malos” cumplen múltiples funciones que pueden poner en peligro los datos de personas en Internet.
Los “ bots malos” suelen ser una herramienta de hackeo. Se utilizan para robar información privada y pueden funcionar como spammers, al publicar infinidad de anuncios o enlaces falsos. Además suelen suplantar a usuarios legítimos para aumentar la cantidad de visitas en un sitio web, por ejemplo.
Según los datos de Incapsula, el tráfico humano representa solamente el 38,5 por ciento en Internet. Este tipo de tráfico contabiliza las veces en que navegamos por las fotografías de un amigo en Facebook, cuando leemos las noticias de un periódico en línea, o cuando utilizamos chats en Internet: básicamente cualquier actividad que es realizada únicamente por seres humanos.
El 61,5% del tráfico restante se divide entre contenido generado por “ bots buenos” (31%) y “ bots malos” (30,5 %).
Según la revista estadounidense The Atlantic , los bots se han vuelto las herramientas favoritas de los políticos para inflar la cantidad de seguidores que tienen en redes sociales. Eso se logra mediante el uso de perfiles falsos o por medio de empresas de relaciones públicas que se encargan de aumentar la cantidad de visitas a los sitios digitales de sus clientes.
El panorama exige educación para que aprendamos a usar estas máquinas en beneficio propio y logremos que la tecnología no se convierta en una amenaza más.