"Somos ocho mujeres haciendo música a la altura de cualquier artista nacional. Nuestro disco es ciento por ciento Claroscuro". En medio del ruido y alboroto de amigas, colegas y mujeres, un silencio se produce cuando una de ellas pronuncia estas palabras.
Y es que, para la agrupación nacional Claroscuro, el hecho de haberse mantenido a flote durante seis años -a pesar de los prejuicios por ser músicas y por el mensaje de género que transmiten- es un gran logro y una muestra de que, en Costa Rica, las mujeres pueden hacer cosas de gran calidad.
El resultado de un trabajo de horas, días, meses y hasta años de esfuerzo se ve cristalizado con la grabación de su primer disco compacto, Desde adentro.
Ana Lorena Alfaro (viola), Ileana Alfaro (piano, sintentizador, batería), Ana Carter (cantante), Ana Cecilia Castro (cantante, guitarra, percusión), Gladys Chini (congas), Carla Kountoupes (violín, percusión), Ana Eduarte (bajo, percusión, guitarra) y Alejandra Solís (bajo, contrabajo, percusión) integran Claroscuro.
Ellas pasaron dos meses en los estudios de grabación, cuidando todos los detalles de los temas que usted podrá escuchar el próximo lunes en el Teatro Nacional, dentro de la semana de su centenario.
Trabajo arduo
Desde adentro contiene 13 temas, que fueron enteramente compuestos, arreglados, interpretados y producidos por Claroscuro.
Aunque las canciones se han trabajado en grupo, la mayoría de las letras son de Ana Eduarte y Ana Castro, mientras que la música y arreglos son de Ileana Alfaro. "Tocamos de todo: bossa nova, salsa, nueva trova, bachata y otros ritmos latinos", explica Alfaro.
"Las letras de las canciones abordan aspectos sociales: el asunto femenino y la lucha de género; la tolerancia; temas ambientales, ecológicos y de respeto a diferentes grupos étnicos, entre otras cosas. También hay canciones con letras románticas, de amor y desamor", afirma Eduarte.
Este es el proyecto más grande del grupo, pues anteriormente habían grabado dos casetes (Sin territorios demarcados y De vuelta), que, aunque lograron buena acogida, no tienen la misma calidad del nuevo disco.
Tal resultado fue posible gracias al financiamiento que recibieron de parte del Instituto Humanista para la Cooperación con los Países en Desarrollo (HIVOS). Esta es una agencia de cooperación holandesa que financia proyectos de desarrollo en países tercermundistas.
"Generalmente son proyectos que tienen que ver con perspectiva de género. Nosotras presentamos el trabajo de Claroscuro y ellos aceptaron financiarnos", afirma Castro.
Para el grupo, la música es la forma más directa de llegar y concientizar a la gente. "Se trata de que el público tararee la denuncia y baile la teoría", añadió.
Con el dinero de HIVOS, aparte de la grabación y mezcla -que duró 400 horas- hecha en el estudio GB Producciones, el grupo cubrirá los gastos para la gira que tiene proyectada en los países centroamericanos, Belice y Cuba.
Un sueño
¿Y qué significa para Claroscuro ser el primer grupo femenino costarricense, en su género, que además de hacer música brinda un mensaje positivo?
"Para nosotras es como un sueño, algo que siempre quisimos", dicen las integrantes, a la vez que consideran que musicalmente han mejorado mucho. Todas estudian música, lo cual combinan con sus actividades profesionales.
Pero no ha sido fácil. "Aquí se maneja mucho el concepto de que los músicos son para entretener; para nosotros, eso ha sido difícil porque nuestra música es fundamentalmente para escuchar", explica Eduarte.
Castro opina que, "en Costa Rica, cuando se habla de una mujer feminista, la gente lo que piensa es que es fea, lesbiana, marimacha. Nosotras no somos así; somos mujeres comunes y corrientes que ni siquiera buscamos luchar contra los hombres. Lo único que queremos es igualdad".
Orgullosas de lo logrado, Claroscuro sueña con más cosas. Para ellas, una de sus máximas satisfacciones es estar haciendo escuela y abriéndole paso a todas esas mujeres que en Costa Rica son capaces de realizar buena música.
Claroscuro desde adentro
Presentación de su disco compacto
Lugar: Teatro Nacional.
Fecha: lunes 13 de agosto.
Hora: 8 p. m.
Precio: ¢2.000, luneta, butaca y palco; ¢1.000, galería.
El disco se venderá ese día en el teatro y luego en discotecas y librerías del país.