Fernando Gaitán es el papá de la exitosísima Yo soy Betty la fea , novela colombiana del 2001 que ha sido adaptada en México ( La fea más bella) , en Estados Unidos ( Ugly Betty ) y otro rosario de naciones que vieron en esta historia una minita de oro. ¡Y sí que lo ha sido!
En México, por ejemplo, Televisa consiguió que el capítulo final de la novela –transmitido a finales de febrero– obtuviera más de 40 puntos de rating , considerado el segundo más alto en la historia reciente de ese país. Y en Estados Unidos, la adaptación –producida por Salma Hayek– se echó a la bolsa dos Globos de Oro, en enero anterior, y otros premios de menos renombre.
Pero este orgulloso papá también vio cómo otro de sus éxitos también fue adaptado fuera de su país: Café con aroma de mujer , novela de 1994. Solo en México se han hecho dos versiones: una de TV Azteca llamada Cuando seas mías y, más recientemente, Televisa sacó al aire Destilando amor .
No sería nada raro que, más adelante, los televidentes latinoamericanos y de otras latitudes veamos otro remake de alguna de sus nuevas producciones, como es el caso de Hasta que la plata nos separe , novela con tintes de tragicomedia que el canal RCN de Colombia transmite en su horario de mayor audiencia, de lunes a viernes.
Y como buen “papá”, Fernando Gaitán se dedica en cuerpo y alma a cada uno de sus hijos.
Con su nuevo alumbramiento, este libretista y productor contó que no tiene tiempo para nada más, ya que le dedica “24 horas” a su retoño televisivo.
Así, entre papeleos, ideas y conversaciones con su equipo, Gaitán sacó unos minutos de su agenda para conversar con Viva , vía telefónica desde Colombia, el pasado martes, sobre las múltiples versiones de su hija Betty la fea (adaptaciones conocidas como remakes ) y cómo analiza la industria de las novelas en la región.
¿Cómo valora el hecho de que éxitos colombianos resultaron ser muy exitosos en sus versiones mexicanas y estadounidenses, por mencionar algunos casos?
Es una práctica normal en la industria de la novela; de hecho, un altísimo porcentaje de la industria mexicana y de los Estados Unidos es producto del remake. Lo que dicen los expertos es que las novelas no generan gran cantidad de argumentos originales; es entonces cuando surge interés en nuevos argumentos (como en el caso de Betty ) y han surtido gran efectividad.
¿Estamos ante una escasez creativa?
Lo que pasa es que la industria del remake es fuerte y es segura; además, la telenovela es una industria concertadora y sana. Esa es una de las misiones en Colombia: la de estar innovando, aunque experimentar es costoso y arriesgado. Como te decía, la novela no es un género muy rico en cuanto a narrativas o nuevas historias se refiere, pero puede llegar a ser muy rico.
Ese, por ejemplo, es el caso deBetty la fea,que, a la postre, se convirtió en un exitazo en sus diferentes versiones…
Aquí (en Colombia) las novelas tienen mucho humor, en parte porque cuentan con gran cantidad de actores de teatro, quienes se dedican ahora a la novela, un género que tiene mucha más demanda internacional. Hay una tendencia a que los universos (de las historias) sean ciertos, reconocibles, veraces; una tendencia a que los protagonistas tengan un carácter más distante de la forma tradicional.
En una entrevista en su país, en el año 2006, usted esbozó los elementos del éxito de una novela comoBetty la fea...
Soy uno de los líderes de ese proceso: por ejemplo, una novela en la que el galán no es el típico galán, que sea más identificable con el hombre común y corriente. Se buscan ópticas diferentes, formas de contar la historia (en aquella ocasión Gaitán dijo que, parte del éxito de Betty la fea fue haber entendido la belleza desde la posición de las mujeres menos agraciadas, pero sin entrar en la victimización).
¿Cómo cambió a Fernando Gaitán esta novela en particular (que cuenta conremakesen México, Israel, Rusia, Alemania, Holanda, España, Estados Unidos e India, entre otras naciones)?
Lo que ha hecho Betty fue gigantesco e histórico, me cambió la perspectiva y la forma de trabajo, así como las posibilidades de hacer una novela. Obviamente, hay versiones internacionales y cada una le da una nueva óptica.
Con estos elementos, ¿cómo valora usted la producción de telenovelas en América Latina?
Hay un resurgir interesante de Venezuela, luego de una crisis que afrontó la industria local. México sigue siendo un mercado muy fuerte y continúa haciendo telenovelas tradicionales (la que menos arriesga: un poco en la parte convencional); Argentina, allí se han dado casos interesantes y que están haciendo más hallazgos fuertes, y hay un asomo en Chile, que ha comenzado a producir novelas.
¿Y en su país, Colombia?
En Colombia nos confundimos con el tema de los remakes y las telenovelas internacionales (como el caso de Pasión de Gavilanes , que contó con un elenco internacional, pero que Gaitán calificó como la mejor en su género). Pero desde hace dos años hay una nueva reafirmación en el concepto de la televisión colombiana. A ver: me parece que las telenovelas internacionales tienen que existir y hacen industria; pero en nuestro caso se trata de nuestro acento y se exportan historias que, hoy por hoy, nos abren mercados.