
Guatemala ACAN-EFE Los reos de una peligrosa prisión guatemalteca son los protagonistas de VIP: La otra casa , una película de ficción que retrata la fuerte realidad de la Guatemala contemporánea.
VIP , la segunda producción del director guatemalteco Elías Jiménez Trachtenberg, retrata la vida de un corrupto político caído en desgracia y a quienes sus antiguos aliados le dan la espalda al ingresar en centro penitenciario para pagar por sus desmanes.
El filme será estrenado hoy en las salas guatemaltecas.
La cinta, explicó Jiménez, tiene “la intención de mostrar las realidades y problemas que afectan a la sociedad en conjunto”, principalmente “en lo relacionado con los sistemas de justicia y penitenciario, que pasan por su peor época”.
Convencer a las autoridades del Sistema Penitenciario y a los reos del Centro de Detención Preventiva para Varones de la capital guatemalteca para filmar la cinta en el interior de ese lugar costó a los productores más de un año de esfuerzos.
Reto. Lo más fácil, indicó el director, fue lograr el apoyo de las autoridades, que “nos dieron ayuda y seguridad durante la filmación”, pero lo más difícil fue ganarse la confianza de los reos que se oponían a que se revelara su realidad.
“Estuvimos a punto de abandonar el proyecto, porque sin la autorización de los reos no podíamos hacer nada”, recordó.
Todo cambió cuando, como si se tratara de palabras mágicas, Jiménez, en un último esfuerzo, habló con el que entonces era el líder de los reos de esa prisión, a quien dijo: “Esta será la primera vez que te vas a ver como artista y no como asesino, te mirarás en los medios como alguien haciendo algo bueno”.
A partir de entonces, agregó, “el filme se convirtió -durante los dos meses que duró el rodaje- en parte de la cotidianidad de la cárcel”.
Juan Pablo Olyslager, protagonista y productor ejecutivo de la cinta, aseguró q ue a diferencia de otras películas que también abordan la situación de las prisiones, como la brasileña Carandiru , del director Héctor Babenco (Brasil, 2003), VIP: La otra casa fue hecha “dentro de una cárcel real, en uso, y los actores y extras son presos de verdad”.
“La cárcel de Carandiru estaba vacía. Todos los que aparecen en esa película son actores. En la nuestra todo es real: las localizaciones, los actores, los extras”, precisó.
La cinta tuvo un coste de 75.000 dólares, que fueron aportados por organismos de cooperación internacional.
VIP: La otra casa es la tercera producción de Casa Comal, una organización no gubernamental dedicada a construir una industria audiovisual y cinematográfica en la región centroamericana, y creadora del Festival Ícaro, una muestra anual de las mejores producción hechas en el istmo.