Bogotá. El Gobierno colombiano se reúne hoy con las FARC para tratar el único tema que la guerrilla está dispuesta a discutir tras declarar "congeladas" las negociaciones de paz: un acuerdo de intercambio humanitario de prisioneros.
El alto comisionado para la paz, Camilo Gómez, y el líder de las FARC, Manuel Marulanda, se vuelven a encontrar en medio de un ambiente de tensión pues el miércoles próximo se acaba el plazo legal de la zona neutral donde conversan.
El presidente, Andrés Pastrana, que regresará el sábado a Bogotá tras visitar Francia y Suecia, aún no ha decidido si ampliará la orden de desmilitarización de ese territorio de más de 42.000 kilómetros cuadrados del sur del país.
Pastrana está a la espera de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decidan regresar a la mesa donde se discute la agenda principal del proceso de paz.
Pero hace cuatro días Marulanda reiteró la decisión que tomó el grupo el 14 de noviembre pasado de dar por "congeladas" las conversaciones mientras el Gobierno no mostrara una política para acabar con los paramilitares.
Marulanda también rechazó una propuesta de once puntos que le presentó el alto comisionado para la paz para relanzar el proceso, pues consideró que los temas estaban incluidos en la agenda de la negociación.
El Gobierno tampoco aceptó prorrogar la zona neutral hasta el fin del mandato de Pastrana, en agosto de 2002, como lo pidió el comandante rebelde en una carta dirigida a Gómez.
Marulanda anunciaba allí su disposición de liberar sin condiciones a más de 50 soldados y policías de los cerca de quinientos que retienen las FARC desde hace años.
La entrega se haría tras concretarse el acuerdo humanitario de intercambio de prisioneros que discute con Gómez desde diciembre, que beneficiará a los retenidos que se encuentran enfermos, así como a rebeldes de las FARC presos con similares problemas.
Marulanda se quejó el lunes pasado de que la fecha de fin de la zona de distensión, el 31 de enero, no permitiría que se hiciera la primera liberación.
La tensión por la posible ruptura de las conversaciones aumentó cuando el mismo lunes el Ejército confirmó la llegada de unos 2.500 soldados cerca al municipio de San Vicente del Caguán, sede de los diálogos, con el propósito de retomar el control del área neutral si se rompen las conversaciones.
Gómez salió el martes a aclarar que las Fuerzas Militares tienen orden de respetar la zona y que las negociaciones con las FARC continuaban, mientras pedía "actuar con cabeza fría" y evitar "interpretaciones equivocadas".
Ayer el canal privado de televisión "Caracol" aseguró que ha aumentado a cinco mil el número de efectivos enviados a Florencia, capital de la región a la que pertenece San Vicente del Caguán.
La misma fuente dijo que otros seis mil soldados están preparados en regiones limítrofes para cubrir los corredores que podrían usar los rebeldes al abandonar el área neutral.
Esas cifras fueron desmentidas por una fuente del Ejército, que pidió el anonimato y las calificó de "infladas".
"Lo único cierto es que se han enviado 2.500 soldados a Florencia en unos ejercicios de alistamiento, por si se llega a terminar la zona de distensión", expuso a EFE la fuente.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández de Soto, encargado de la Presidencia por el viaje de Pastrana, y Gómez se reunían ayer con líderes políticos miembros del Frente Común por la Paz y contra la Violencia, creado tras la parálisis de los diálogos de paz con las FARC.
Las reuniones se realizaron por orden de Pastrana, para informar a los miembros del frente de la situación del proceso de paz y oír sus opiniones.
El frente será convocado por el mandatario a su regreso al país, dijo el ministro.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.