París. Con llamamientos a la "responsabilidad" y al "respeto", las autoridades francesas se esforzaron hoy por apaciguar la ira de musulmanes, fuera y dentro del país, indignados por la reproducción de caricaturas de Mahoma, mientras la mayor parte de la prensa gala defendía la libertad de expresión.
El presidente, Jacques Chirac, recibió hoy al rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, también presidente del máximo órgano representativo (CFCM) de los cinco millones de musulmanes de Francia.
Chirac apeló al "máximo espíritu de responsabilidad, respeto y mesura para evitar todo lo que puede herir las convicciones ajenas" y recalcó que Francia, país laico, "respeta todas las religiones y todas las creencias", antes de recordar que el principio de la libertad de expresión es "uno de los fundamentos de la República".
Boubakeur indicó luego que quiere transmitir a la comunidad musulmana gala este mensaje de "sensatez y apaciguación".
Unas horas antes, el primer ministro, Dominique de Villepin, había instado a "conciliar" las exigencias de "libertad,democracia" y "respeto".
Era la primera vez que Chirac y Villepin se pronunciaban en la polémica sobre los dibujos, que ha pasado de las condenas verbales en los países árabes a actos de violencia.
Grupos armados palestinos amenazaron con atacar intereses franceses, daneses y noruegos si los tres países no pedían disculpas. En Turquía hubo una bandera francesa quemada, mientras en varias ciudades palestinas miles de musulmanes corearon esloganes contra los tres países, en medio de llamamientos al boicot comercial.
El frente diplomático se activó hoy para evitar "una escalada" que alimente a los "extremismos" y los embajadores de los 21 países árabes en París fueron recibidos ayer en el Ministerio, donde se les trasladó el doble mensaje de condena a lo que "hiere" las creencias religiosas y de apego a la libertad de expresión.
Mientras los medios de comunicación informaban ampliamente sobre la ira en los países árabes, la oración del viernes en las mezquitas francesas dieron lugar a indignadas protestas, pero sin violencia.
Los políticos también se movieron entre la defensa de la libertad de expresión y los llamamientos a la moderación, pero unidos por lo general en la condena al dueño franco-egipcio de "France Soir" por haber despedido al director del diario, tras la publicación de las caricaturas.
La mayor parte de los editorialistas salieron en defensa de la libertad de prensa, si bien reconocieron que las caricaturas podían haber herido la sensibilidad de los musulmanes.
Sin embargo, la cadena "TV5 Mundo" eliminó del telediario difundido en 200 países un reportaje de "France 2" sobre las caricaturas.
