George Michael, el ídolo británico de música pop, ofreció a mediados de semana reconciliarse con la prensa sensacionalista de su país si lo ayudaban a promover una iniciativa para combatir la pobreza en el mundo y ayudar a los refugiados de Kósovo.
Si le facilitaban la promoción de los conciertos de Netaid (red de ayuda) del mes próximo, Michael prometió hablar sobre la demanda por $10 millones (¢2.910 millones aproximadamente) vinculada con su arresto del año pasado por masturbarse en una plaza pública el año pasado.
Y lo prometido es deuda. El viernes anterior conversó con los reporteros y la prensa amarillista británica se dio banquete ayer cuando el cantante confesó que hacía una década que no dormía con una mujer y que quería hacer el amor con Tom Cruise y su esposa, Nicole Kidman.
The Sun, The Mirror, The Daily Star y The Express adornaron sus primeras planas con la foto de Michael y dedicaron entre tres y cinco páginas interiores a sus confesiones.
El cantante, quien declaró ser homosexual, restó importancia a la demanda del policía californiano Marcelo Rodríguez calificándola de absurda.
"Este es un caso clásico de la ley estadounidense en su más loco nivel", comentó.
Insistió en que Rodríguez Ðquien afirmó sufrir de una humillación, angustia mental y zozobra emocional y física cuando encontró a Michael realizando un "acto lascivo" en un baño de un parque de Beverly HillsÐ había tratado de incitarlo agitando sus genitales frente a él y solicitándole sexo casual.
Rodríguez, por su parte, sostiene que Michael lo calumnió en un vídeo de la canción Outside, la que compuso después del incidente y muestra a policías homosexuales besándose.
En línea con buen ritmo
Michael encabezó la banda pop Wham! en la década de 1980 y es actualmente uno de los artistas que más discos vende en Gran Bretaña.
El concierto del 9 de octubre será en el estadio Wembley junto a estrellas como David Bowie, Bono (de U2) y Robbie Williams.
El espectáculo se transmitirá por el cibersitio de NetAid (www.netaid.org), el que cuenta con el respaldo del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas.
Las ganancias de los conciertos, que se efectuarán también, y de manera simultánea, en Nueva York y Ginebra, serán utilizadas para ayudar a los refugiados en Kósovo y Sudán.