Madrid, 7 dic (EFE).- Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española desde hace ocho años, llevará las riendas de esta institución durante cuatro años más, tras haber obtenido hoy el respaldo de treinta de los treinta y tres académicos que tenían derecho a voto.
A la sesión plenaria asistieron 29 académicos, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que la reelección del director se ha producido en mitad del "puente" de la Constitución. El resto votó por correo. Hubo un voto en blanco y dos en los que figuraban nombres distintos al de García de la Concha.
Para que García de la Concha -y los directores que haya en el futuro- pueda emprender su tercer mandato consecutivo fue necesario modificar los estatutos de la RAE, dado que en tiempos de su antecesor, Fernando Lázaro Carreter, se limitó la labor del director a ocho años. Esta última reforma fue aprobada por el Consejo de Ministros en diciembre de 2005.
El secretario de la Academia, Guillermo Rojo, informó esta noche a la prensa de los resultados de las votaciones, que, en su opinión, habían sido "estupendas" y que no afectaron sólo a García de la Concha, porque en la misma sesión se eligió también como bibliotecario a José Manuel Sánchez Ron, en sustitución de Emilio Lledó, que ya ha cumplido sus dos mandatos, y se reeligió a Carmen Iglesias como segunda vocal de la Junta de Gobierno.
Visiblemente satisfecho, García de la Concha agradeció "el respaldo tan fuerte" que le habían dado los académicos y explicó que lo que se había pretendido con la reforma de los estatutos era garantizar la continuidad de los trabajos académicos.
También le tocará, a comienzos de año, trasladar varios departamentos de la Academia al nuevo edificio que le ha adscrito el Gobierno a la RAE y que hasta ahora ocupaba la Secretaría General Iberoamericana. La sede tradicional de la RAE se dedicará más a labores institucionales, mientras que a las nuevas dependencias se llevarán el Instituto de Lexicografía, el Diccionario Histórico, la sección de consultas y la de lingüística computacional.
"Me he comprometido a asumir este tercer mandato con mucha ilusión y para seguir trabajando al servicio de la política lingüística panhispánica", dijo el director, quien añadió que los dos votos en los que no había figurado su nombre habían sido "para dos compañeros muy estimados". Uno de ellos, según informaron a Efe diversas fuentes, era el de Francisco Rico.
García de la Concha se refirió también a las críticas que recibe a veces la Academia, por parte de determinados colectivos, cada vez que se publica un Diccionario y se comprueba que ciertos términos no figuran en él.
Una de esas polémicas se suscitó recientemente, cuando se presentó el "Diccionario esencial de la lengua española" y se comprobó que en la entrada "matrimonio" no se recogía la acepción de matrimonio homosexual, o que tampoco figuraba la expresión "violencia de género".
El director de la RAE aseguró que la Academia es "muy respetuosa con el pueblo hablante" y no incorpora un término o una acepción al Diccionario hasta que su uso no está muy extendido.
La academia no puede actuar "por mandato" o a golpe de ley a la hora de introducir voces nuevas en el Diccionario, sino que "es el pueblo soberano el que decide los cambios" con el uso que le da a las palabras.
Y aunque en España las Cortes aprobaran hace año y medio la ley del matrimonio homosexual, "aún es pronto para saber si esa expresión cuajará entre los hispanohablantes", añadió García de la Concha.
El director de la RAE se refirió también a la repercusión que tiene el trabajo de la RAE en la sociedad. Prueba de ello es que en los últimos cuatro años se han recibido en la Academia más de 200.000 consultas y la página electrónica del Diccionario ha recibido en el último mes más de 600.000 consultas diariamente, frente a las 75.000 que había en 2003. EFE
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