Moscú. Políticos, intelectuales y artistas rusos rechazaron hoy con dramática furia el plan del presidente Vladímir Putin de restaurar la melodía soviética de Stalin como nuevo himno nacional a partir del próximo 1 de enero.
Con gritos de que ese himno "nos provoca repugnancia" y que "es peligroso resucitar fantasmas", 34 figuras de las artes y las letras firmaron una feroz carta abierta publicada en el diario "Izvestia", entre ellos la famosa bailarina de renombre mundial Maya Plisétskaya.
"Nosotros, hijos de Rusia, vivimos y queremos vivir en un país en el que no dé vergüenza ponerse de pie cuando suene su himno", dice la carta, suscrita por escritores, cineastas, compositores clásicos, cantantes de rock y hasta "popes" de la iglesia ortodoxa.
Putin envió anoche a toda prisa a la Duma o cámara de diputados un paquete de proyectos de ley sobre los símbolos del Estado, entre ellos el polémico himno.
El presidente dijo que la mayoría de los ciudadanos prefiere la melodía soviética, impuesta por Stalin en 1944, con letra del poeta Serguéi Mijalkov y música de Alexandr Alexandrov.
"¿Acaso de toda la existencia del país soviético no tenemos otra cosa que recordar que las represiones?", se preguntó a sí mismo Putin para defender su propuesta, que reabrió una herida nacional.
El actual himno oficial de Rusia, que impuso Yeltsin también por decreto sin aprobación de la Duma, es el "Canto Patriótico", del compositor Mijaíl Glinka, y no tiene letra.
Yeltsin abolió en 1991 la simbología nacional de la era comunista y restableció el escudo con el águila bicéfala de Bizancio y la bandera tricolor blanca, roja y azul, ambas de la Rusia imperial.
Pero en opinión de Putin, "la negación" de todos los símbolos con los que vivió el país antes y después de la revolución bolchevique es un "error en principio".
"No hay que dramatizar los acontecimientos, no hay que quemar los puentes ni crispar a la sociedad", afirmó en referencia a los sectores que se oponen terminantemente a resucitar "los símbolos de un estado comunista inexistente".
Otra de las críticas destacadas por la oposición liberal para rechazar el himno soviético es que al son de sus notas "muchos rusos fueron encarcelados" o fallecieron en los campos de concentración, también conocidos como Gulag.
Pero "si renunciamos al antiguo himno soviético, eso significará que aceptamos que nuestros padres vivieron una vida inútil, que vivieron en vano", dijo Putin.
"Ya ven ustedes a lo que hemos llegado", dijo en aparente crítica a su predecesor, Borís Yeltsin, quien pese a estar visceralmente en contra de todo lo soviético, eligió a Putin como su sucesor.
Pero los intelectuales anatematizaron hoy en su carta la melodía "que fue de los bolcheviques y sigue siéndolo hoy", en alusión a su interpretación el pasado fin de semana en el VII Congreso del Partido Comunista, "sin letra, porque la música lo dice todo".
"El debate del himno ya ha dividido a una nación en la que había empezado el proceso de reconciliación y consolidación", y la música soviética "es símbolo emblemático de una época caduca", añadieron.
La idea de rescatar el antiguo himno de la URSS se arrastra desde hace años, pero en las últimas semanas se ha acelerado y agriado la disputa por el impulso desde la misma cúpula del poder.
Mientras unos se toman en serio el himno soviético con razones a favor o en contra, jóvenes de la nueva generación han ridiculizado la polémica al abrir "chats" en internet con concursos de "karaoke" en busca de una letras a cada cual más disparatada.
Pero influyentes políticos como el liberal Grigori Yavlinski y el ex viceprimer ministro Borís Nemtsov censuraron con toda crudeza la pretensión de desempolvar "una melodía comunista a cuyo son fueron encarcelados" muchos rusos.
Putin "debe ser consciente de que millones de ciudadanos, incluso los que le votaron, nunca respetarán un himno que va contra sus principios y es un insulto a la memoria de las víctimas de las represiones políticas soviéticas", proclamó la carta.
"Estamos convencidos de que unir sin suturas la historia de Rusia con la de la de URSS fracasará de todas maneras, porque las suturas existen, y todavía sangran", se quejaron los firmantes.
Entre las reacciones a favor de desempolvar el himno soviético, el líder comunista Guennadi Ziugánov afirmó que la Duma aprobará la ley inmediatamente, y el ex primer ministro Yevgueni Primakov dijo que "la música es maravillosa, no conozco otra mejor".
Primakov incluso comparó a Rusia con Francia al manifestar que "nadie repara en que la Marsellesa la adoptó Napoleón", aunque los críticos sí han recordado los 42 millones de víctimas de Stalin, de acuerdo con los últimos estudios históricos.
Otros, como el respetado diario económico "Kommersant", resumió: "Rusia entra en el Tercer Milenio con el águila bizantina, la enseña de Pedro el Grande y el himno soviético, símbolos exactos de la actualidad: política bizantina, ambiciones al estilo de Pedro el Grande y una opinión pública que ha cambiado poco desde los tiempos de Stalin".
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.