Ankara, 7 feb (EFE).- Miembros de las fuerzas especiales de la Policía turca detuvieron hoy al hombre que había secuestrado a dos azafatas tras aterrizar el avión en el que viajaban, que cubría el trayecto Ankara-Estambul, informó el Ministerio del Interior.
La operación policial de los agentes duró sólo unos minutos, ya que el autor del secuestro, identificado como Ali Durbak, de 28 años, no poseía armamento ni ofreció resistencia alguna.
Según fuentes del Ministerio del Interior, el secuestrador portaba una supuesta bomba que era en realidad un paquete con varias velas envueltas como si fueran cargas de dinamita.
Las dos azafatas -en un primer momento se informó de que eran tres-, estuvieron retenidas durante dos horas y fueron secuestradas una vez que ya habían desembarcado todos los pasajeros en el aeropuerto internacional Ataturk, de Estambul.
Durbak dijo que estaba armado y solicitó ser trasladado a Moscú, según la agencia turca Anatolia.
El secuestrador aseguró que su acción era para protestar por la decisión del Parlamento turco de abrir las bases a las tropas de EEUU para lanzar un ataque contra Irak, según una televisión privada turca, aunque ninguna fuente oficial ha confirmado este extremo.
El avión donde ocurrieron los hechos es un Airbus A 310 de las líneas aéreas turcas, "Turkish Airlines".
Los secuestros aéreos han sido relativamente frecuentes en Turquía y han estado protagonizados por terroristas kurdos o chechenes.
En marzo de 2001, un avión ruso fue secuestrado por tres chechenes en Estambul y desviado a Medina (Arabia Saudí), donde fuerzas especiales saudíes liberaron a los pasajeros en una operación que causó la muerte de una azafata, de un pasajero y de uno de los terroristas.
En 1998 se produjeron dos secuestros aéreos: el 25 febrero las fuerzas de seguridad de Turquía terminaron con éxito con el secuestro durante cinco horas de un avión de Turkish Airlines, con 68 personas a bordo. El secuestrador, un presunto extremista islámico turco que había amenazado con hacer estallar una bomba, fue detenido.
Y el 29 octubre de ese año, un Boeing 737 de Turkish Airlines, que efectuaba un vuelo interior entre Adana, sur de Turquía, y Ankara, fue secuestrado por un presunto extremista kurdo y desviado al aeropuerto de la capital.
Fuerzas especiales de la Policía turca dieron muerte al día siguiente al secuestrador y rescataron con vida a las 38 personas que viajaban en el aparato. EFE
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