Fabián Marcaccio y Daniel Scheimberg son amigos hace más de veinte años y, aunque dicen que los amigos, con el tiempo, terminan por parecerse, en el caso de estos pintores las semejanzas son difíciles de percibir a simple vista.
Uno es alto y fornido, el otro no. Uno es moderno, no así el otro. Uno vive en Nueva York y el otro en San José y, sin embargo, ambos comparten el acento argentino.
Ahora, sus currículums vuelven a hacerlos coincidir en la exposición Matriz que está abierta al público de la galería Jacobo Karpio.
Matriz es una idea de Tamara Díaz Bringas y Clara Concepción Astiasarán y reúne, alrededor de la pintura, a una decena de artistas reconocidos en el ámbito costarricense e internacional.
Entre ellos, los más destacados son Scheimberg y Marcaccio. Juntos participaron en la inauguración y, aprovechando el reencuentro, conversaron con Viva .
El trabajo de ustedes exige un gran esfuerzo del espectador. Para ver las obras de Daniel hay que forzar la vista, para ver las de Fabián hay que moverse
(Daniel) Lo que busco al desenfocar una imagen no es que la gente fuerce la vista, sino que se dé cuenta de todas las imágenes que captan los ojos a nivel pre - consciente. Existe una diferencia entre lo que vemos y lo que miramos. Mirar es un acto consciente, pero cuando miramos algo vemos mucho más de lo que creemos estar viendo.
(Fabián) A mí, lo que me alucina es el funcionamiento del cerebro. Intento generar imágenes que fluyan en la mente de los que las observan, por eso, mis cuadros son mutantes y parecen cambiar cuando los espectadores se mueven.
Ambos parecen estar a medio camino entre la abstracción y la figuración, ¿existe ese punto intermedio?
(Fabián) La abstracción, generalmente, disuelve la realidad. Se queda en el campo de los ideales. Yo creo en una abstracción que pueda analizar y catalizar los problemas de corrupción, de consumo, de pobreza. Por eso mis cuadros, aunque parezcan abstractos, realmente están llenos de escenas diminutas que se pueden descubrir.
(Daniel) Cuando uno desenfoca hay un punto en el que un objeto no es ni abstracto ni figurativo. Es las dos cosas y, al mismo tiempo, es otra cosa. Yo parto siempre de una imagen pero, al desenfocarla, las formas sólidas se convierten en luz, cambian los colores, las formas, los espacios: todas las leyes de la pintura. La gente, entonces, muchas veces ve en mis cuadros cosas alucinantes.
Hay mucho de fotográfico y de cinematográfico en sus trabajos que, sin embargo, son esencialmente pura pintura...
(Fabián) Yo intento, desde la pintura, absorber el espacio de la publicidad urbana, de la arquitectura, de la fotografía, y del cine.
(Daniel) Pero es que las cámaras se hicieron tomando como modelo los ojos y lo que hacen los artistas se puede explicar con una cámara. Yo filmé una película que se llama El cubismo cinematográfico en la que monto una imagen filmada de frente, de perfil, de espalda, como hacía Picasso. Pero eso sí, para pintar, los únicos trucos que uso son los de los ojos y los de las leyes de la pintura.
"(Fabián) El cine es todo un tema. Es más, yo creo que la verdadera competencia se da entre la pintura y el cine pero, para ver una película te encierran en un lugar oscuro y te dejan sentado, mientras que viendo una pintura podés caminar, saltar, moverte".
¿Y las computadoras?
(Fabián) La compu y la foto son herramientas como el pincel, el lápiz o la tela. Para mí es más humano usar una computadora que usar un soplete como hace Daniel.
(Daniel) Sí, pero si escaneás una imagen, apretás un botón para obtener el efecto e imprimís el resultado en una tela, el verdadero creador no sos vos sino el inventor del software .
"(Fabián) Por supuesto, pero yo tengo claro que no soy yo solo el que hace mis obras".
Finalmente, ustedes son artistas argentinos, latinoamericanos, contemporáneos... ¿se sienten cómodos con esas definiciones?
(Daniel) Yo creo que lo que hace la diferencia no es el contexto de un artista sino su alma. Esas definiciones no son de los artistas sino de los curadores, de los comisarios y de los mercaderes del arte. Son términos que limitan y coartan.
(Fabián) A mí no me interesa que mi obra se vea como la de un artista latinoamericano sino más allá de los regionalismos. Que vean la obra y punto.