El Cairo, 24 abr (EFE).- Al menos 21 personas, entre ellos tres extranjeros -uno de ellos un niño alemán-, murieron hoy tras la explosión simultánea de al menos tres artefactos en la ciudad de Dahab, en la costa este del Sinaí, según confirmó la televisión egipcia.
Al poco de conocerse la noticia, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, emitió un mensaje en el que reconoció que se trataba de una "criminal acción terrorista" y prometió que "sus autores serán castigados".
Sin embargo, cinco horas después ningún grupo había reclamado todavía la autoría de los hechos.
A las previsibles reacciones de condena de diversos gobiernos árabes y occidentales se sumó también el nuevo gobierno palestino de Hamás, que condenó el "ataque criminal contra inocentes" cometido en Dahab.
Las explosiones se registraron a las 19.15 horas locales (17.15 GMT), una hora de plena afluencia en el principal paseo comercial y de ocio de la bahía de Dahab, especialmente en un día que se encuentra en medio de un largo puente festivo en Egipto.
La televisión egipcia mostró las primeras imágenes de los destrozos causados por las bombas, con varios comercios destrozados, cascotes en el suelo, escaparates hechos añicos y grandes manchas de sangre por los suelos.
El gobernador del sur del Sinaí, general Mohamed Hani Mutawali, declaró cinco horas después del atentado que los atentados habían dejado 21 muertos, de los que tres corresponden a ciudadanos extranjeros, uno de ellos un niño alemán, mientras que no precisó las otras nacionalidades.
Fuentes de la Embajada de España en El Cairo dijeron no tener constancia de que ningún ciudadano español esté entre los muertos o heridos que han tenido que ser hospitalizados, y aseguraron haber contactado por teléfono con varios turistas españoles en Dahab que se encontraban ilesos.
Entre los heridos, según el gobernador, hay que contar 50 egipcios y 24 extranjeros, entre los que hay cinco ciudadanos daneses y varios de EEUU, Corea del Sur, Alemania, Italia, Rusia, Australia, Francia, Líbano y Palestina.
La mayoría de los heridos han recibido los primeros auxilios en Dahab y luego han sido trasladados al hospital de Sharm el Sheij, unos cien kilómetros al sur, que cuenta con muchos más medios.
Mutawali precisó que fueron explosiones de carácter "primitivo", y por ello descartó que tuvieran relación con los atentados previos perpetrados contra objetivos turísticos en el mismo Sinaí, tanto el de Taba, en octubre de 2004, como el del pasado julio en Sharm el Sheij, que dejaron en ambos casos decenas de muertos.
Sin embargo, varios expertos que fueron entrevistados en los diferentes canales egipcios coincidieron en afirmar lo contrario, es decir, que estos atentados forman parte de un plan para hundir el turismo en el Sinaí y en Egipto, un país que tiene en el turismo la segunda fuente de ingresos, tras los derechos de paso del Canal de Suez.
Mutawali recordó que las explosiones no habían dejado los habituales boquetes que dejan las grandes bombas utilizadas en otros atentados.
Los tres ataques se perpetraron en el Paseo donde se encuentran la mayoría de cafeterías y tiendas de Dahab, una ciudad que ha crecido muchísimo en los últimos años exclusivamente gracias al turismo, que viene a esta ciudad para visitar sus ricos fondos marinos de coral.
Las fuerzas del orden egipcias reforzaron las medidas de seguridad en la frontera norte, con Israel, para impedir la huida de los posibles autores de los atentados.
Los atentados previos cometidos en el Sinaí en Taba -octubre de 2004, con 34 muertos- y Sharm el Sheij -julio de 2005, con 64 muertos- condujeron a enormes redadas contra tribus beduinas de la zona, que a su vez causaron un gran descontento en el área por la brutalidad de los métodos empleados por la policía. EFE
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