Madrid, 21 jul (EFE).- El historiador y periodista mexicano Fritz Glockner denunció hoy durante la presentación de su novela "Cementerio de papel" el pasado "más negro" de México, refiriéndose a la "guerra sucia de baja intensidad" que vio la luz pública en 1994 y en la que desaparecieron 3.000 personas.
Glockner investigó durante veinte años las desapariciones que dejó la represión que precedió a los Juegos Olímpicos de 1968 y la que ejercieron fuerzas oscuras hasta 1978.
El 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas de la capital mexicana, murió un número indeterminado de estudiantes acribillados por el Ejército y por grupos paramilitares durante una jornada de protesta contra el autoritarismo gubernamental, en lo que supone el inicio de la llamada "guerra sucia".
hoy, recordando esa época, Glockner explicó que entonces la izquierda fue colaboracionista con el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que los guerrilleros fueron marginados, incluso por aquellos otros luchadores extranjeros que se habían refugiado en México.
"Fue la guerrilla más apestada", señaló el historiador; nunca obtuvo el apoyo de Cuba debido a que Fernando Gutiérrez Baños era íntimo amigo del presidente cubano, Fidel Castro, y porque éste siempre consideró a México como Estado amigo y no iba a atentar contra él.
El escritor mexicano, hijo de un activista armado, dijo que la novela surgió de su experiencia sobre la cárcel de Lecumberri, que conoció a sus doce años al visitar allí a su padre.
Esa prisión fue fundada en 1910 y permaneció como único símbolo del poder de Porfirio Díaz, para ser convertida en 1982 Archivo de la Nación.
La decisión tomada en el 2002 por el presidente de México, Vicente Fox, para abrir a uso público los archivos del Palacio de Lecumberri, planteó a Glockner la paradoja de la doble estancia de su padre en la cárcel, primero físicamente y después como archivo a través de la ficha policial, lo que le llevó a escribir la novela.
El autor utilizó nombres reales y situaciones ficticias "mezclando realidad y ficción para que ningún espacio subordine al otro", y se sirvió de personajes reales para dar consistencia y rigor a su trama, como la luchadora por los desaparecidos Rosario Ibarra o el director de la policía política, Miguel Nazar Haro, que salpican de verdad el relato.
En "Cementerio de papel" un periodista, un historiador, el hijo de un desaparecido político y un agente de policía, "los cuatro magníficos", tratan de esclarecer el asesinato de la joven encargada de atender a los visitantes del nuevo Archivo General de la Nación.
A juicio de Glockner, la guerrilla mexicana no existió porque nadie contó su historia, pues el presidente Luis Echeverría Alvarez (1970-1976) "compró el silencio de los intelectuales".
Glockner añadió que Echeverría tenía gran conocimiento sobre la represión, ya que había sido secretario de Gobernación de 1964 a 1970 y subsecretario del mismo departamento seis años antes.
El escritor añadió que a la mayoría de sus paisanos le gustaría recuperar la memoria de la "guerra sucia", pero lamentó la poca claridad de la investigación, pues -dijo- Fox pactó con miembros del PRI y eso ha provocado una ralentización del proceso. EFE
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