Por Almudena Calatrava
México, 28 sep (EFE).- La reunión de este miércoles entre el presidente de México, Vicente Fox, y el alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador, acapara la atención en medios políticos, que exigen poner fin a su guerra para que el país avance.
Mañana se abre la posibilidad de que Fox y López Obrador hagan las paces de una vez por todas y logren un acuerdo que pueda poner punto final a meses de disputa que han contribuido a una sensación de confrontación inútil y parálisis política en el país.
"Dos jefes de gobierno tienen que darse cuenta de que no pueden vivir en conflicto eterno", afirmó a EFE Roberto Madrazo, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mayor de la oposición y que aspira a volver al poder en las elecciones de 2006.
Madrazo negó que las riñas entre el gobierno y la alcaldía capitalina, convertidas en el culebrón político del año, puedan favorecer a su partido, aunque algunos analistas opinan lo contrario.
"Esto no le sirve a nadie. Además la gente no quiere a los políticos para que salgan en la fotografía, sino acuerdos y el desarrollo" del país, aseguró el presidente del PRI.
Después de varias idas y vueltas, Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN) y López Obrador, del izquierdista de la Revolución Democrática (PRD), fijaron hace dos semanas la fecha para su encuentro, seguido con expectación por medios políticos, sociales y periodísticos.
Ambos acuden a la cita, que puede inaugurar un ciclo de apaciguación de los ánimos, con la idea de tocar cualquier tema, incluso el que más ampollas levanta: el posible desafuero del alcalde, acusado de haber desobedecido la orden de un juez de detener la construcción de una calle.
El alcalde de Ciudad de México, el político con más posibilidades de sentarse en la silla presidencial, según las encuestas, se siente perseguido y acusa al gobierno federal de querer inhabilitarlo para cualquier cargo público.
Durante su conferencia de prensa de hoy, martes, López Obrador se mostró más conciliador, y dijo que la reunión de mañana no tiene por qué ser "inútil" y confió en salir de la residencia oficial de Los Pinos con un acuerdo bajo el brazo.
"A mí me gustaría que saliéramos con un acuerdo de que se va a cambiar la política económica, por ejemplo (...) pero una cosa es lo deseable y otra cosa es lo posible", dijo.
Afirmó que ambos interlocutores "están abiertos al diálogo" cuando fue cuestionado por periodistas sobre la agenda tentativa de la cita, que incluye la seguridad pública, reformas estructurales pendientes y el desafuero.
El secretario de Gobernación, Santiago Creel, señaló en tanto que los dos jefes de Gobierno están "obligados" a construir "un buen ambiente político" y aseguró que Fox acude "sin condiciones" y dispuesto a un diálogo franco.
La reunión también ha sido bien recibida por la Iglesia. El cardenal Norberto Rivera expresó su deseo de que termine "con malos entendidos" y permita lograr "acuerdos".
La posibilidad de que el alcalde sea despojado de su inmunidad política, sometido a un procesamiento judicial y sin posibilidades de competir por la presidencia ha puesto en guardia al gobierno de la capital.
En el marco de una especie de cruzada reivindicativa se han organizado manifestaciones multitudinarias para defenderlo, encabezadas por el propio interesado.
La tensión entre López Obrador y el gobierno se agudizó con la difusión de una serie de vídeos en los que miembros y funcionarios del izquierdista PRD aparecían involucrados en supuestos actos de corrupción, divulgación que el alcalde achaca al gobierno federal.
Pero además, dicen analistas, influye el hecho de que los políticos mexicanos están más preocupados con definir las candidaturas presidenciales para 2006.
Cuauhtémoc Sandoval, uno de los dirigentes del PRD, señaló a EFE que la cita de Fox y López Obrador puede fijar los "mecanismos para un diálogo permanente" y destrabar la reforma política e incentivar las inversiones, que suelen temen este tipo de confrontaciones.
"Nos la pasamos a puro balazo y el diálogo político, que en otros países es normal, aquí se vuelve noticia de primera plana", se lamentó. EFE
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