La Sala Garbo estrena hoy una película cuyas imágenes y su propio relato se convierten en poema cinematográfico. Tal la limpieza y belleza esgrimidas ante uno en la pantalla grande. Se trata del filme japonés que aquí se estrena con el nombre de
La dirección es de Yôjirô Takita y el elenco, formidable en sus actuaciones, lo integran Masahiro Motoki, Tsutomu Yamazaki, Ryoko Hirosue, Kazuko Yoshiyuki, Kimiko Yo y Takashi Sasano.
En esta historia hay mucha música de por medio. Música para chelo. La banda sonora se llena de sonidos para instrumentos de cuerda. Se narra la historia de Daigo Kobayashi. Daigo es un joven chelista quien toca en una orquesta sinfónica japonesa. El día del gran concierto con la
Él entra en crisis económica. No tiene cómo mantener su matrimonio, por lo que se ve obligado a vender su fino y amado instrumento. Lo peor le espera; por eso, cuando se queda sin dinero, decide regresar con su joven esposa, Mika, a la casa de su madre fallecida.
Una vez en su pueblo natal, Daigo, en su afán por conseguir trabajo, contesta a un anuncio publicado en la prensa loca. En dicho anuncio se busca a gente para trabajar en “Despedidas”. ¿Qué es? Él piensa que se trata de una agencia de viajes. Pero nada de eso. Es algo así como una empresa que se ocupa, a solicitud de las funerarias, de preparar a los muertos para su última despedida.
Se trata de un arte funerario tradicional que consiste en limpiar y maquillar a los difuntos con el respeto del ritual nipón, solo que esto se hace frente a los propios familiares del difunto, quienes, en este momento, mantienen una actitud profundamente ceremoniosa.
Por aquí gira la historia de
No hay duda, por lo menos para los críticos que dejan registro escrito de sus opiniones, de que este largometraje (130 minutos) es un drama fílmico que merece elogios por la forma en que muestra las emociones humanas ante lo irremediable, por su banda sonora (predomina la música clásica para cuerdas), su simbolismo extraordinario (paradójicamente, con la muerte como reconciliadora de conflictos emocionales), el baño purificador, las piedrecillas de ríos impregnadas de mensajes que se intercambian y el vuelo de aves que se desplazan como los recuerdos.