Nueva York. No es de sorprender que Oliver Stone, el director cuyas opiniones incendiarias produjeron películas como JFK y Natural Born Killers, se viera atraído hacia Fidel Castro.
En Looking for Fidel, su nueva documental para la cadena HBO a estrenarse el 14 de abril, Stone no solamente exploró el personaje de Castro sino que estuvo en su compañía, hace varios meses.
Looking for Fidel es catalogada como la continuación de Comandante, el documental del 2003 sobre el presidente cubano. Pero para los televidentes de HBO, que no vieron Comandante, cuando el canal decidió no proyectarla el año pasado, la nueva película representará la primera exploración de Stone. Comandante fue producto de los tres días que Stone pasó con Castro, a principios del 2002. Pero esa cinta quedó en la congeladora hace un año, cuando Castro reprimió violentamente a la oposición.
De taco a taco
En la nueva película, aunque afectada por una cámara impaciente y una edición irregular, el director comparte el cartel con su protagonista nominal. Al regresar a Cuba en mayo para su reencuentro con el mandatario cubano, Stone presentó un panorama más equilibrado que en el documental Comandante.
A los 76 años y después de casi 45 años en el poder en el único estado comunista en el hemisferio, Castro exhibe grandilocuencia y justificaciones. Cuando se refiere a su prolongado régimen, declara que "No soy yo sino el pueblo el que está en el poder".
En un pasaje significativo, Stone interroga a ocho hombres que fueron arrestados después de intentar desviar un avión a Estados Unidos, bajo la atenta vigilancia de Castro. Stone pregunta por qué lo intentaron. Le responden que lo hicieron por motivos económicos.
Al término de la sesión, Castro les dice que "yo no soy juez" y asegura que "nosotros no enviamos gente a la cárcel por venganza". Y les desea lo mejor en sus juicios.
"Aunque la nueva ola de emigración ilegal y otros delitos contra el estado deben ser cercenados de raíz", dice Castro, a la vez niega que el gobierno hostigue a los opositores políticos.
Las otras voces
Sin embargo, Stone encuentra a muchos otros que no opinan lo mismo que el presidente. Entrevista a activistas, esposas de periodistas presos, la madre de uno de los secuestradores ejecutados.
"Este país tiene una enorme capacidad de propaganda y puede presentar una fachada que no tiene nada que ver con la Cuba verdadera, la Cuba real", afirma Elizardo Sánchez, presidente de una comisión nacional por los derechos humanos.
El presidente cubano afirma que ha sido el destino de su vida -aunque no su preferencia- estar en guerra con Estados Unidos. Y agrega que no se va a ir: "No estoy dispuesto a complacer al señor Bush".
Varias veces Stone le pregunta si ha considerado no renunciar sino hacer un paso al costado. La respuesta más clara que da Castro a esa pregunta es que lo haría si pensara que fuera lo apropiado.
Cerca del fin de la cinta de una hora, Castro lleva a Stone a las calles, donde pasan frente a un grupo de admiradores entusiastas.
Un hombre dice que participa en la lucha por derrotar "el imperialismo yanqui".
"Pero tienen muchos bombarderos y bombas", advierte Castro.
“Comandante”, responde el individuo con gesto desafiante, “a la sombra de esos aviones somos capaces de luchar. Y de resistir. ¡Y seremos capaces de vencer!”