María Consuelo, la pequeña de siete meses de gestación a quien se le practicó una cirugía -el pasado 10 de noviembre- dentro del vientre de su madre, está pateando con tanta energía que no deja dormir a su progenitora.

Así lo reconoció ayer su mamá, Maritza Rojas, durante una conferencia de prensa en la que los médicos explicaron el procedimiento utilizado para colocar una válvula en el pulmón del feto, entonces de seis meses, con el objeto de drenar un quiste que oprimía los órganos del tórax. El procedimiento se llama cirugía intrauterina toracoamniótica.
En Costa Rica, se trata de la primera operación correctiva que se practica a un feto sin necesidad de extraerlo del vientre de la madre.
Hasta el momento, no se tiene noticia en Latinoamérica de un procedimiento similar. Solo se han realizado 18 operaciones de esta índole en el mundo -en Estados Unidos y Francia-, 16 de las cuales resultaron exitosas.
La mortalidad durante las cirugías fetales que se efectúan fuera del vientre supera el 50 por ciento de los casos, según Gerardo Escalante, jefe de Medicina Materno Fetal del hospital Calderón Guardia.
Niña crece
La válvula permanece en el cuerpo de María Consuelo y, según los médicos, esto no afectará su desarrollo.
"Está creciendo bien, solo que con una válvula", afirmó Escalante, quien actuó como cirujano principal en la operación.
Mientras esta válvula ejecute adecuadamente su función de drenar el quiste, no se volverá a formar la masa en el pulmón.
La masa quística había desplazado la tráquea, el corazón, las venas cava y aorta y el pulmón izquierdo; no obstante, ya estos órganos retornaron a su posición ideal.
Durante la operación se anestesió únicamente a la madre pues, según Escalante, el feto no requiere sedantes pues su sensibilidad aún no se ha desarrollado por completo.
"A partir de ahora se trata de un embarazo normal", aseguró el cirujano.
A la madre, por su parte, se le realiza un ultrasonido cada dos días para determinar el estado del bebé.
María Consuelo nacerá por cesárea el próximo 12 de febrero. En ese momento, será trasladada al Hospital Nacional de Niños, donde corresponderá a los pediatras determinar el estado y el tratamiento adecuado para ella.
Se intentó ayer localizar a Gerardo Mora Badilla, jefe de Cirugía de ese centro médico, pero no respondió a las llamadas.
¿Oportunidad?
Según Luis Paulino Hernández, director del hospital Calderón Guardia -donde se realizó la cirugía-, la técnica introduce una luz para salvar la vida de niños que fallecen por malformaciones congénitas.
"Este tipo de cirugías le da la posibilidad a niños con problemas congénitos de ser operados a su debido tiempo", aseguró.
No obstante, Escalante reconoció que se considera que la cirugía fetal se encuentra aún en etapa experimental.
"En medicina se parte del principio de que cuando uno hace un acto, los beneficios deben superar a los riesgos", enfatizó. En el caso de María Consuelo, la posibilidad de su muerte superaba el 90 por ciento si no se le efectuaba la operación.
La cirugía tuvo un costo aproximado de ¢500.000, principalmente por gastos administrativos, lo cual -a juicio de Hernández- es muy bajo.
Equipo de oro
Este es el equipo médico que salvó la vida de la pequeña María Consuelo, en el seno de su madre. Su papel en la intervención contribuyó a escribir lo que se considera como una página gloriosa en la historia de la cirugía costarricense. Casi todos forman parte del Servicio de Medicina Materno Fetal (especialistas en manejar embarazos de alto riesgo) del hospital
Calderón Guardia .
- Gerardo Escalante López: Ginecólogo y perinatólogo. Jefe de la Unidad de Medicina Materno Fetal del Servicio de Obstetricia del hospital Calderón Guardia. Cirujano principal.
- Luis Orlando Sánchez Chaves: Ginecólogo y perinatólogo, Subjefe de la Unidad de Medicina Materno-Fetal. Segundo cirujano.
- Kay Sander Mangel: Ginecólogo y perinatólogo de la Unidad de Medicina Materno Fetal. Fungió como coordinador de actividades durante el procedimiento.
- Rodrigo Céspedes Videla: Anestesiólogo del hospital Calderón Guardia.
- Juan Carlos Otero Pinto: Colombiano. Médico residente en Medicina Materno Fetal. Auxiliar y encargado de la grabación en vídeo y de manipular el ultrasonido.
- Zaida Jirón López: Auxiliar de enfermería de la sala de operaciones del hospital Calderón Guardia. Fungió como instrumentista durante la cirugía de María Consuelo.
- Freddy Pérez Santander: Ginecólogo y perinatólogo de la Unidad de Medicina Materno Fetal. Auxiliar y encargado de la filmación y de manipular el ultrasonido.
- Jorge Fernández Sánchez: Ginecólogo y perinatólogo de la Unidad de Medicina Materno Fetal. Auxiliar y encargado de la filmación y de manipular el ultrasonido.
Maritza Rojas Bonilla, la madre de María Consuelo, se encontraba nerviosa ayer por las luces de las cámaras, los micrófonos y las grabadoras.
Sentada a la cabeza de la mesa, rodeada de médicos y periodistas, esta ama de casa de Santa Cruz, Guanacaste, transmitió su agradecimiento a los especialistas por la operación.
"Se mueve mucho. No me deja dormir por las noches", dijo la madre -de 35 años- sobre la bebé. Afirmó que ha rezado mucho "por su chiquita" pues conocía los riesgos de la operación.
Desde el 27 de octubre, se encuentra internada en el hospital Calderón Guardia y permanecerá ahí hasta que se le practique una cesárea, el 12 de febrero.
Mientras tanto, en casa de su madre, María Luisa Bonilla, en Santa Cruz, sus otros cuatro hijos la esperan expectantes. "Los hijos de ella están desesperados", aseguró doña María Luisa.
"Nosotros estamos contentos. No tenemos cómo bendecir al doctor. Es algo maravilloso; le debemos la vida de mi nieta y de mi hija", aseguró la abuela de María Consuelo (nombre que recibirá la bebita).
Joe Gerardo, de 14 años, consideró la operación como un milagro. "Nosotros no sabíamos que la chiquita podía morir".
Sólo la menor, Maricruz, de cuatro años, está un poco celosa por la llegada de su nueva hermanita, según contaron su madre y su hermana.
María Jesús se prepara para recibir a su nueva hermana. "Quiero recibirla bien y recortar lo que salió en el periódico para enseñárselo cuando ella esté grande."